“Corcholata” fue el término que usó el presidente Andrés Manuel López Obrador para los aspirantes de su partido a sucederlo, pero, ¿por qué se les llama de esta forma a los contendientes de la coalición gobernante para la candidatura presidencial?
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Actualmente la palabra “corcholata” no designa únicamente a una tapa de aluminio desechable usada para cerrar un envase por lo general de vidrio, también es la forma coloquial para nombrar a los posibles precandidatos de la coalición Juntos Hacemos Historia, conformada por los partidos Morena, del Trabajo (PT) y Verde (PVEM).
Las seis corcholatas son: Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila (del partido Morena), Gerardo Fernández Noroña (del PT) y Manuel Velasco Coello (del PVEM).
Estos seis contendientes, que prometen cada uno a su manera continuar con el proyecto de López Obrador, se encuentran desde hace semanas en giras para ver quién de todos ellos se queda con la candidatura presidencial.
Se espera que en un par de meses haya un posible candidato de esta fuerza política.
El sobrenombre de “corcholata” tiene un origen.
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Si bien, el mandatario mexicano trajo este término a la opinión popular, su historia no inicia con él.
Este término puede evocar a otro término: “el tapado”, nombre que se usaba en la opinión pública durante el siglo XX para designar al sucesor presidencial.
“El tapado” lo empleó por primera vez el caricaturista Abel Quezada en una tira suya.
Cuando gobernaba el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de forma hegemónica en México durante el siglo XX, el presidente no sólo tomaba las decisiones del país, sino de su partido, por lo que él era quien realmente decidía quién iba a ser su sucesor.
En la caricatura que presentó se mostraba al sucesor del entonces presidente Adolfo Ruiz Cortines de traje, con la cara tapada con un costal blanco.
De ahí nació el nombre que perduró en el imaginario social en México durante gran parte del siglo XX.
Este nombre evolucionó a “corcholata”, que fue usado por primera vez por el secretario de Recursos Hidráulicos durante el gobierno de Luis Echeverría Álvarez, Leandro Rovirosa Wade.
Rovirosa usó la metáfora de destapar una botella de corcholata, comparando esto con el destape de un funcionario para un cargo público.
Este término dejó de ser usado durante el periodo conocido como “transición a la democracia” y volvería durante el gobierno de López Obrador.
El presidente se referiría de esta forma públicamente por primera vez a los aspirantes de la coalición gobernante el 12 de julio de 2021, durante una conferencia mañanera en Villahermosa, Tamaulipas.
Ahí se le escuchó por primera vez decir “corcholata” y “destapador”, cuando mencionó que para el proceso electoral de 2024 él sería el “destapador” de la “corcholata” que escogería el pueblo.
Desde entonces el presidente en sus conferencias matutinas ha hecho una lista de posibles sucesores que se les ha denominado “corcholatas”.
PGR