Privada de su sueño por competir en unos Juegos Olímpicos con México, a raíz de la denuncia interpuesta contra Adriana Loftus en 2020, por violencia psicológica durante su último período como seleccionada nacional de nado artístico, Teresa Alonso García hoy vive un proceso de sanción que la han llevado a realizar activismo en favor de los atletas mexicanos.
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En entrevista con 24 Horas, Teresa asegura que actualmente busca apoyar en la defensa de los deportistas, al no existir leyes que los protejan. “No hay marcos para determinar la violencia en el deporte y que se sepa qué está bien y qué no para que dejen de aceptar las agresiones en el deporte”.
Dedicada al deporte desde los tres años de edad y seleccionada nacional a partir de 2006, la mexicana destaca haber disfrutado toda su trayectoria individual fuera del último tramo con la entrenadora en cuestión, quien también fue denunciada por otras nadadoras como Ana Karen Soto, Madison López, Juliet Barreto, Renata Romero y Samantha Flores, por maltrato psicológico y otros tipos de agresiones.
Teresa afirma que antes de hacer pública su denuncia recibía apoyo y mensajes constantes de las actuales seleccionadas mexicanas, pero que a partir de establecer la denuncia judicial, todo lazo de comunicación se cortó con ellas, salvo con las demás denunciantes. “Yo creo que hicieron eso desde el miedo por el mismo hecho de que siguen adentro. Ella es la que tiene literalmente el poder en el nado sincronizado en México y violenta mucho”.
Ante el discurso oficial de Loftus, que ha reiterado y minimizado las denuncias, por tratarse de ‘berrinches’ de atletas que perdieron su puesto en el equipo, Alonso desmiente tal situación con su caso particular.
“Yo hice la denuncia después de Lima 2019, cuando recién había ido a competir a Panamericanos. Mínimo somos doce niñas en selección. De ahí eligen a nueve para la competencia y a ocho para la rutina. Si nos hubieran quitado la titularidad, hubieran metido a esa niña suplente para Lima 2019, cosa que no pasó”, apunta la aún nadadora de 27 años.
Sobre la polémica suscitada con las sirenas y la Conade por la falta de apoyos, en sus redes sociales Teresa ha señalado de exageradas las posturas de sus ex compañeras, a quienes critica de no ser claras en sus denuncias, cuando varias de ellas cuentan con patrocinios y becas que incluyen a dependencias federales.
“No tengo problema de que luchen por algo que ellas merecen, pero también me gustaría que tocaran todos los temas relacionados a sus becas y que no guarden las denuncias que tiene la entrenadora”, apunta.
Hoy con el proyecto personal de ‘Ni Una Atleta Más‘, confirma que ha logrado acercamientos con varias deportistas mexicanas y hasta madres de menores de edad, que se han atrevido a platicarles sus historias y a entablar en algunos casos acciones legales, en disciplinas que por ahora abarcan halterofilia, clavados y algunos casos con porristas. Por ahora solo las asesora en dado caso de que quieran denunciar ante las autoridades.
“Desde que inició, solo por cuestión de confianza y ver que yo alzaba la voz me contaban sus testimonios y ya. Pero ahora han habido casos en los que hay denuncias por acoso sexual, o madres que han buscado una defensa por hijos menores de edad, que han sido víctimas de estos problemas”, agrega Teresa.
Aunque mantiene sus entrenamientos de natación artística, porque aún cuenta con la ilusión de representar a México, hoy lo práctica por el amor mismo que ha adquirido a la materia al describir que es algo que siempre querrá practicar. “Yo sigo entrenando, con la denuncia y con mi labor de activismo, además de mis estudios ya que la vida nunca para. Solo espero que todas estas denuncias contra ella por fin tengan justicia”.
Pese a que comenzó con una denuncia interna en la Federación Mexicana de Natación, nunca hubo una autoridad que quisiera resolver el tema. Y aunque incluso hubo hasta actores políticos que en la Legislatura Federal de 2021 solicitaron una resolución del caso, es un hecho que hoy sigue estancado en la justicia mexicana.
LEG