Descendiente de un linaje de reconocidos artistas, el fotógrafo Guillermo Kahlo asegura que desde su infancia fue “alimentado” con arte, y aunque puede ver las pinturas de su tía abuela Frida y las fotografías de su bisabuelo, también Guillermo, reflejadas en su obra, más allá de su vinculación familiar, señaló que el arte es la casa de todos.
TE PUEDE INTERESAR: Así fue la trágica vida de la pintora Frida Kahlo
Kahlo tenía nueve años cuando encontró, de visita en las pirámides de Teotihuacán, su primera cámara.
“Dicen que es como un designio de tu destino”, declaró, sentado en medio de una galería llena de fotos de su última exposición Entre lunas.
No obstante, su acercamiento con la fotografía data de mucho antes.
“Yo tuve que ver con las cámaras o con los laboratorios desde muy chico, por mi papá. Mi papá fue fotógrafo en algún momento de su vida”, relató. “Yo era un fotógrafo sin cámara, que me encantaba ver la luz, que me encantaba asomarme a un ventanal, entrar a un cuarto, siempre tuve esa fascinación por ese elemento”.
Es por ello que, ante el cuestionamiento de los años que lleva dedicado al oficio de fotógrafo, no dudó en responder “todos los que tengo”. Detalló, sin embargo, que de manera profesional —es decir, con paga— su trayectoria ronda los 35 años.
Bajo la serena expresión de Salomé, que en sus manos sostiene la cabeza de Juan el Bautista, fotografía exhibida en el Museo de Historia de Tlalpan, Kahlo reveló la razón por la que el retrato lo atrapó:
“Yo siempre he creído que al final, los grandes misterios del universo, de la vida, están expresados a través de un rostro. Entendemos el mundo a partir de los rostros, nos reconocemos en ellos, reconocemos el mundo, nos sabemos parte de un universo, qué queremos, qué soñamos, qué nos lastima, qué nos duele”.
Para Kahlo, la particularidad de su retrato “es tratar de reflejar a la gente en su tiempo extendido, el presente, el futuro, quiénes pueden llegar a ser, quiénes fueron”.
El artista recordó que fue una niña quien captó esta esencia suya, cuando le dijo: “Yo he visto fotografías de gente que se ríe y he visto fotografías de gente que llora, pero las que me gustan más son las suyas, porque la gente está llorando riéndose”.
Guillermo Kahlo ha visto desfilar frente a su lente una gran cantidad de personajes que resaltan en la vida pública, entre los que se cuentan políticos como el ex presidente Enrique Peña Nieto.
Respecto a la posibilidad de retratar al actual titular del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, señaló que no hay ni un sí ni un no. “Siempre me preguntan ‘¿quién es la siguiente persona que te gustaría retratar?’, siempre digo ‘la próxima que llegue’”.
Sobrino nieto de la pintora mexicana más famosa a nivel mundial, Frida Kahlo, y proveniente de todo un linaje de artistas, pues hay que recordar que el padre de ésta también fue fotógrafo y también se llamaba Guillermo, el hombre señaló que este hecho le impactó de manera positiva en su carrera.
“Finalmente si en tu infancia te alimentas de arte y es una manera de entender el mundo, de entender lo que es bello y volverlo parte de la vida cotidiana… Yo creo que el arte tiene esa maravilla, tiene la posibilidad de insertarse en la vida de todos”, matizó Kahlo.
En este sentido, el fotógrafo reconoció que en su obra puede encontrar reflejada la obra de sus antecesores.
“De mi abuelo, obviamente, esa fascinación por la perfección, por la luz, por la geometría, por el espacio, la profundidad, la perspectiva”.
En cuanto a Frida, Guillermo se valió del dicho del fotógrafo estadounidense Richard Avedon para explicar la afinidad con su tía abuela. “Él decía que él hacía su autorretrato con las caras de otros y yo creo que Frida hacía el retrato de todos con su propia cara, al revés, entonces todos nos reconocemos en ello”.
“Más allá de mi vinculación familiar o de que obviamente yo reconozca la historia de mi papá en los espacios de Frida, que es donde él vivía, más allá de eso, creo que el arte es nuestra casa, es donde todos nos reconocemos al final”, concluyó Guillermo Kahlo.
LEG