La idea del “Humanismo Mexicano”, que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende patentar como parte de su economía moral y sus políticas públicas, ya se intentó registrar como marca, en un madruguete al mandatario que detuvo el Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual (IMPI).
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Incluso, el Instituto calificó el intento de un ciudadano de registrar “Humanismo Mexicano” como marca de una “mala fe, con el propósito de obtener un beneficio o ventaja indebida en perjuicio del Gobierno Federal Mexicano”.
Durante La Mañanera de ayer, López Obrador celebró la proyección por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de un posible crecimiento de 4.02% de la economía mexicana en junio de este año que, presumió, se debe a la forma en que su administración lleva las finanzas.
“Y lo vamos a patentar ¿eh? Para que no nos vayan a plagiar el modelo, que tiene que ver con la economía moral y con el humanismo mexicano. Lo logramos, porque en vez de hacer lo que siempre llevaban a cabo en épocas de crisis de apoyar arriba (…) decidimos apoyar abajo”, afirmó.
López Obrador aseguró que su modelo funcionó porque México no contrajo deuda durante la pandemia, a diferencia de otros países.
Además resaltó la alta recaudación: “En lo tributario tenemos una recaudación de 4% en términos reales de aumento con relación al mismo periodo del año pasado”.
Por ello indicó que patentaría su modelo… Aunque de acuerdo a la Ley de la Propiedad Industrial (LPI) no se pueden patentar los principios teóricos y científicos; programas de computación; métodos para realizar actos mentales, juegos o negocios y los métodos matemáticos, entre otros.
De acuerdo al propio Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual una patente “es el derecho de exclusividad que otorga el Estado sobre una invención.
La solicitud de patente se presenta ante el IMPI por medio de un documento técnico que describe el avance tecnológico de la invención”.
Y eso es justo lo que intentó hacer el 1 de enero de este año un ciudadano de nombre Edgar G., quien solicitó registrar la marca “Humanismo Mexicano” con el objetivo de brindar servicios financieros con fines de caridad, como se puede constatar en el documento público con número de expediente 2871041.
Sin embargo, el 24 de mayo el IMPI le respondió al solicitante que no era posible otorgarle el registro debido a que “se refiere al proyecto y modelo gubernamental del Gobierno Federal del Estado Mexicano, mediante el cual se rigen, crean, establecen y definen las políticas públicas, leyes, programas sociales, emitidos por el mismo, por lo que no es posible su registro”.
Además, el IMPI destacó que registrar esta marca haría susceptible “engañar e inducir al público consumidor al constituir falsas indicaciones respecto del origen gubernamental de los servicios que pretende distinguir”.
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