Un motín en una prisión de máxima seguridad en el norte de Brasil dejó al menos dos presos y un policía heridos, informaron las autoridades.
Por la noche, no había informaciones oficiales de si había sido controlada la situación en la cárcel ubicada en Río Branco, capital del estado brasileño de Acre.
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La rebelión comenzó en horas de la mañana, cuando un grupo de al menos 13 detenidos tomó como rehenes a dos policías en el pabellón de aislamiento de la prisión Antonio Amaro, detalló el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública en una nota. Uno de los policías resultó herido en el rostro por el roce de una bala, añadió el comunicado.
Además, “dos presos resultaron heridos durante un conflicto interno entre detenidos de organizaciones criminales rivales” y fueron trasladados a un centro médico, donde uno de ellos ya obtuvo el alta, informó en un boletín separado la Secretaría de Justicia y Seguridad Pública de Acre.
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No hubo informaciones de parte de las autoridades sobre la gravedad de los heridos, ni si se registraron muertes durante el conflicto. Afuera de la cárcel, varios familiares esperaban para ver a los detenidos en el día de visitas, que fue finalmente suspendido, reflejó la prensa local.
Los disturbios mortales son frecuentes en las cárceles superpobladas de Brasil, cuyo sistema tiene un enorme déficit de plazas. Brasil tenía hasta diciembre de 2022 una población carcelaria de 643 mil 137 detenidos, según los últimos datos difundidos por la Secretaría Nacional de Políticas Penales.