El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, anunció este miércoles que viajará la próxima semana a Guatemala, país inmerso en una crisis por “la clara intervención de actores externos” en el proceso electoral.
La comunidad internacional está preocupada por la situación en Guatemala desde que la fiscalía pidió la cancelación del partido Semilla, de uno de los candidatos al balotaje presidencial, el socialdemócrata Bernardo Arévalo, quien se enfrentará a Sandra Torres, de la misma corriente política.
Con motivo de una sesión extraordinaria sobre esta crisis en el Consejo Permanente, órgano ejecutivo de la OEA, Almagro afirmó haber recibido el martes “la invitación formal del gobierno” guatemalteco para que visite el país “en los próximos días a fin de reuniones con autoridades del gobierno e instituciones del Estado en referencia al proceso electoral”.
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“Agradecemos y aceptamos la invitación”, dijo el diplomático uruguayo, quien precisó que llegará una respuesta a lo largo del día para ir “a la brevedad posible”.
Si se lograran coordinar las agendas, viajaría “el próximo lunes”, explicó.
La nota con la invitación está fechada el martes y lleva la firma del ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Mario Búcaro, con quien Almagro asegura haber hablado por teléfono.
En la respuesta, “haremos mención a la necesidad también de reunirnos con los dos candidatos que han pasado a segunda vuelta”, precisó el secretario general, quien también dijo que había comunicado el martes con Arévalo y había solicitado una reunión con Torres.
La crisis en Guatemala preocupa a la comunidad internacional, que considera que se está intentando entorpecer la campaña de Arévalo.
“En las últimas semanas, nos hemos manifestado de manera enfática en múltiples oportunidades contra los reiterados intentos de alterar la voluntad popular y de los ataques a las autoridades electorales”, afirmó Almagro.
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En su opinión, el proceso electoral tiene como únicos protagonistas a “la ciudadanía”, los candidatos “que hicieron campaña” y las autoridades electorales que organizan la segunda vuelta presidencial del 20 de agosto “más allá de cualquier presión”.
“No son protagonistas de esta gesta ningún otro actor, institucional ni político, y menos jueces y fiscales”, dijo, y estimó que el proceso electoral “ha padecido una clara intervención de actores externos que entorpecieron el desarrollo normal”.
El secretario general hizo hincapié en la “imperiosa necesidad que el próximo 20 de agosto la ciudadanía pueda escoger libremente” y que “su voluntad sea respetada”.
La segunda vuelta será supervisada por la misión electoral de la organización, que ha realizado cuatro usos que suman en total 40 días de presencia en el país.
La elección de un socialdemócrata a la cabeza del país tendría fin a 12 años de gobiernos de derecha.