Un tribunal de Bruselas declaró ayer culpables de “asesinatos en un contexto terrorista” al francés Salah Abdeslam y al belga-marroquí Mohamed Abrini por los atentados yihadistas perpetrados en la capital belga en 2016, que dejaron 32 muertos, tras siete meses de juicio.
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Abdeslam y Abrini ya habían sido condenados a cadena perpetua por los atentados de París del 13 de noviembre de 2015. La corte belga declaró culpables por los mismos cargos a otros cuatro sospechosos.
Los ataques suicidas del 22 de marzo de 2016 tomaron como blanco el aeropuerto de Zaventem, cerca de Bruselas, y el metro de la capital. Fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico.
Cientos de personas resultaron heridas en las explosiones, y siete años después de los hechos, numerosas víctimas, familiares y rescatistas siguen traumatizados.
Al mismo tiempo, Abrini y Abdeslam se exponen a una nueva cadena perpetua. La pena se conocerá en septiembre, tras el receso de verano. Entre tanto habrá una nueva fase de pedidos de la Fiscalía y alegaciones de la defensa.
Otros dos acusados, el tunecino Sofien Ayari y el ruandés Hervé Bayingana Muhirwa, fueron absueltos de asesinato pero culpables de participación en organización terrorista.
En esta jornada, el tribunal también aumentó oficialmente el balance mortal de los ataques de 32 a 35 personas, al encontrar vínculos entre el trauma sufrido por los atentados y los decesos de tres personas.
Uno de ellos es una mujer de 23 años, presente en el aeropuerto, que decidió terminar su vida con eutanasia por el sufrimiento mental provocado.
LEG