La economía estadounidense sorprendió tras los pronósticos pesimistas de un bajo crecimiento y en el segundo trimestre logró un PIB de 2.4%, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio publicados ayer.
Para Jesús Anacarsis López Flores Subdirector de Análisis Económico de Base, el consumo fue el principal componente que contribuyó al crecimiento al crecimiento del PIB en Estados Unidos.
Destacó que los consumidores están priorizando su gasto en servicios, tratando de resarcir lo que perdió en la pandemia.
Alertó que el problema en la banca estadounidense continúa y la FED ( el banco central de EU), utilizó 105 mil 560 millones de dólares en préstamos de emergencia para sus bancos, 97.51% fue para liquidez a plazo.
En tanto para Base, la probabilidad de una recesión para los próximos 12 meses alcanzó un máximo en el año de 94.7% en mayo, para después disminuir a 78.8% en julio, lo que indica que ya no se espera una recesión para este año, según las propias proyecciones de la FED.
Se precisó que la expectativa para Estados Unidos ha mejorado ante el incremento en el consumo, la inversión y el gasto público.
Además, las importaciones cayeron de manera significativa, debido al debilitamiento del dólar y a la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Y en el caso del consumo, destaca que las personas están priorizando su gasto hacia el sector servicios, tratando de resarcir lo perdido durante la pandemia.
“Para el segundo semestre, se estima que la economía de Estados Unidos mostrará una moderada desaceleración. Con esto, el crecimiento podría estar cerca del 2%. Cabe destacar que, para que Estados Unidos tenga en 2023 un crecimiento por encima del 2.5% se tendría que observar un crecimiento promedio trimestral anualizado en los dos trimestres restantes de 3.75% (0.93% trimestral). Por el contrario, un crecimiento por debajo del 1.5% anual en 2023 implicaría contracción en el PIB en los dos trimestres restantes del año, a tasa trimestral anualizada promedio de 1.57%, lo cual es poco probable hasta hoy, pues este último escenario implicaría una recesión.
Janneth Quiroz, jefa de análisis económico de Monex, consideró que la balanza comercial frenó un mayor crecimiento en Estados Unidos, luego de que las exportaciones cayeron hasta 10.8% en el periodo.
La economista dijo que las estimaciones del mercado se superaron ya que la tasa laboral tuvo un tono más ajustado.
En este periodo la economía fue impulsada especialmente por los gastos de consumo y el alza de las inversiones.
El crecimiento interanual del PIB se situó en 2.4% en el segundo trimestre del año, de abril a junio, según el Departamento de Comercio, a pesar de que los analistas esperaban un enfriamiento.
Aunque los economistas han venido advirtiendo de una posible ralentización a medida que la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) subía rápidamente las tasas de interés en el último año para frenar la demanda y reducir la inflación, la economía ha demostrado ser más resistente de lo esperado.
El presidente Joe Biden saludó el crecimiento más sólido de lo previsto como fruto de su “Bidenomics” -nombre que le dio a su política económica-.
“La economía crece y nosotros reducimos los gastos para las familias”, estimó el mandatario en un comunicado.
En el primer trimestre, el crecimiento del PIB se revisó bruscamente al alza, hasta el 2% -desde una estimación inicial del 1.1%-, impulsado por un consumo más fuerte de lo previsto.
El jueves, el aumento del PIB “reflejó incrementos en el gasto de los consumidores, la inversión fija no residencial y el gasto del gobierno estatal y los gobiernos locales”, indicó el Departamento de Comercio.
Consumo cauteloso
“Los consumidores aún quieren gastar, aunque se han vuelto cada vez más cautelosos y selectivos”, dijo Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon.
El gasto de los consumidores continuó creciendo en 1.6% en el segundo trimestre, a un ritmo más lento que el del primer trimestre, pero ese impulso se está moderando con los precios todavía altos y con las condiciones más ajustadas de crédito, explicó Daco.
Por el momento, “el crecimiento del salario real se está volviendo positivo” y ayudando al consumo a medida que la inflación se enfría, agregó.
Las inversiones residenciales cayeron por noveno trimestre seguido, según el último informe del Producto Interno Bruto, a pesar de que las inversiones empresariales crecieron el 7.7%.
El aumento de las inversiones en estructuras “continúa reflejando el fuerte ímpetu” del gasto gubernamental relacionado con la ley de inversiones en infraestructura y trabajos, la ley CHIPS y de Ciencia, y la Ley de Reducción de la Inflación, añadió Daco.
Pero aunque se produjo un “repunte de la inversión en inventarios privados y una aceleración de la inversión fija no residencial”, que contribuyeron a la aceleración del crecimiento del PIB, ésta se vio contrarrestada en parte por la caída de las exportaciones así como del gasto público.
Otros analistas creen que Estados Unidos puede vivir una recesión leve en la segunda mitad del año. Aunque esta perspectiva parece estar disminuyendo ante los datos de un fuerte mercado laboral, el bajo desempleo y el gasto sostenido de los hogares, a medida que la inflación baja.
El miércoles el jefe de la Fed, Jerome Powell, dijo a la prensa su personal ya no prevé una recesión, pese a que aún proyecta “una desaceleración notable del crecimiento a partir de finales del año”.
Esto, luego de que la FED elevara la tasa de referencia de los intereses de los préstamos por undécima vez desde marzo de 2022, llevándolas a los niveles más altos en 22 años.
“El crecimiento está superando las expectativas incluso cuando la postura de la política monetaria se ha vuelto restrictiva”, consideró Rubeela Farooqi, economista jefe para Estados Unidos de High Frequency Economics.
“Un sector doméstico fuerte que se sigue beneficiando del crecimiento de los empleos y un aumento real de los ingresos debería seguir creciendo en una trayectoria positiva este año”, añadió.
Por su parte, Daco considera que “la economía sigue enfrentando fuertes vientos en contra por los elevados precios y costos, las ajustadas condiciones crediticias y las tasas de interés en aumento”.
Otros riesgos son el reembolso de los préstamos estudiantiles y el débil crecimiento mundial.
El crecimiento sostenido en los gastos de los consumidores en el segundo trimestre fue un claro reflejo de un mercado laboral fuerte, dijo Mike Fratantoni, economista en jefe de Mortgage Bankers Association.
“Sin embargo, la fuerte caída de las exportaciones muestra que este crecimiento en el contexto de una economía global débil, está creando un viento en contra”, agregó.
En 2022, el crecimiento de la economía estadounidense se había ralentizado 2.1%, luego de tener en 2021 el crecimiento más fuerte desde 1984 (5,9%).
LEG