Por primera ocasión desde que sufrió su paro cardiorrespiratorio a principios de año, el defensivo de los Buffalo Bills, Damar Hamlin, tuvo su primer entrenamiento sin restricciones a prácticamente siete meses de haber tenido que ser reanimado dentro del campo de juego, en el partido disputado ante los Cincinnati Bengals.
“Tomé la decisión de jugar. Estoy procesando mis emociones. No tengo miedo de decir que se me pasa por la cabeza tener un poco de miedo aquí y allá”, señaló el jugador señaló el jugador en conferencia de prensa posterior al entrenamiento.
El norteamericano afirmó que ha significado un obstáculo importante el tomar la decisión de regresar a un deporte en el que perdió la vida de manera momentánea, para apegarse a sus creencias como una forma de fortalecerse. “Mi fe es más fuerte que cualquier miedo. Eso es lo que quiero predicar aquí arriba. Y ese es el mensaje que quiero transmitir al mundo de que mientras tú fe sea más fuerte que tú miedo, puedes superar cualquier cosa”.
El safety se desplomó el pasado dos de enero tras una tacleada que sufrió a manos del ofensivo Tee Higgins, que dio directo en su pecho y que lo dejó varios minutos en la cancha del Highmark Stadium en New York, en lo que fue reanimado por su paro cardíaco.
Aunque su regreso al emparrillado dentro de las activaciones del equipo no pasaron desapercibidas por la cantidad de aficionados y medios que se dieron cita a las instalaciones de los Bills, Damar Hamlin destacó que solo trata de mantenerse lo más normal posible.
El jugador de 25 años buscará conseguir un puesto entre el roster de 53 jugadores que conformarán el plantel de los Bills para la campaña 2023, con rivales inmediatos en los casos de Micah Hyde, Jordan Poyer, Taylor Rapp y Dean Marlowe.
LEG