Al menos nueve personas murieron este miércoles en un operativo policial contra el tráfico de drogas en el Complexo da Penha, un conjunto de favelas en el norte de Rio de Janeiro, informó la policía militar.
Esta nueva incursión eleva a 42 el número de muertes en operativos similares de las fuerzas de seguridad en diferentes estados en los últimos seis días, sumando otras 14 en el estado de Sao Paulo (sureste) y 19 en Bahía (noreste).
La acción en Rio tuvo como objetivo “localizar y detener a integrantes de grupos criminales” de la región, cuyos líderes se reunirían este miércoles, según informaciones de inteligencia que guiaron la acción policial, indicó un comunicado.
Como en los otros casos, la fuerza informó que los agentes “fueron atacados a tiros” por individuos armados y se produjeron enfrentamientos.
“Once sospechosos fueron socorridos” y trasladados a un hospital, pero “nueve de ellos no resistieron” las heridas.
Entre los muertos hay dos líderes de bandas criminales, dijo la policía.
Además, un policía militar resultó herido y se encuentra “estable”.
Fueron incautados siete fusiles, municiones y granadas.
Contra el crimen organizado
Las operaciones policiales, habituales en barriadas populares de Brasil, se han multiplicado en la última semana, comandadas por la Policía Militar que depende de los gobiernos de los estados.
En Sao Paulo, el detonante fue el asesinato a tiros del policía Patrick Bastos Reis, de 30 años, durante un patrullaje en el municipio de Guarujá, en la Bajada Santista, a unos 60 kilómetros de la capital paulista.
En respuesta, se desplegó la denominada Operación Escudo contra el crimen organizado, que dejó hasta el momento 14 muertos desde el fin de semana, informaron las autoridades.
El gobernador paulista, Tarcísio de Freitas, dijo que el narcotráfico había “tomado” la Bajada Santista, una región formada por nueve municipios cercana a Sao Paulo.
Freitas, exministro del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), justificó la represalia a los sospechosos que “se enfrentaron” a la policía, y negó excesos.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, dijo en cambio que la reacción de las fuerzas de seguridad no le parecía “proporcional en relación con el crimen cometido”.
La violencia se replicó paralelamente en Bahia, un estado gobernado por el Partido de los Trabajadores (PT) del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El viernes, siete “sospechosos” murieron en un operativo en la localidad de Camaçari, 50 km al norte de Salvador. El domingo hubo otros ocho fallecidos en una incursión en Itatim, 200 km al oeste, y otros cuatro murieron en un barrio de Salvador.
En 2022, Brasil registró 6.429 muertos a manos de la policía, según datos de la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública, referencia en la materia.