Antes de entrevistarse con 13 víctimas de pedocriminalidad en Lisboa, el papa Francisco llamó ayer a escuchar el “grito de dolor de las víctimas” de abusos sexuales en la Iglesia, al iniciar una visita a Lisboa para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
TE PUEDE INTERESAR: Policía, familia y compañeros buscan a Fernanda en Berlín
Seis meses después de un impactante informe sobre ese tema en el clero portugués, el pontífice argentino se refirió a “la desilusión y la rabia que algunos alimentan en relación a la Iglesia, en algunos casos por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han desfigurado su rostro”.
Esos escándalos “llaman a una purificación humilde y constante, partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y escuchadas”, expresó Jorge Bergoglio ante los sacerdotes, diáconos y obispos reunidos en el Monasterio de los Jerónimos.
En febrero, un informe encargado por la conferencia de obispos portugueses, pero realizado por una comisión de expertos independientes, reveló que al menos 4 mil 815 menores habían sido víctimas de abusos sexuales en un contexto religioso desde 1950.
Estas agresiones fueron encubiertas de forma “sistemática”, concluyeron después de recoger más de 500 testimonios en un país donde el 80% de la población de 10 millones de habitantes se define como católica.
La cúpula eclesiástica pidió perdón a las víctimas y reconoció que había que “cambiar la cultura de la Iglesia”, pero según un sondeo, el 68% de las personas interrogadas consideraban que la imagen de la institución se deterioró.
Ante su llegada a Lisboa, un grupo de apoyo a las víctimas instaló tres grandes carteles en protesta.
CON INFORMACIÓN DE AFP
LEG