El expresidente Donald Trump, claro favorito para la nominación republicana de cara a las presidenciales de 2024, comparece este jueves ante un tribunal de Washington acusado de conspiración para cambiar el resultado de las elecciones de 2020.
En un texto de 45 páginas publicado el martes, el fiscal especial Jack Smith lo acusa de socavar los cimientos de la democracia estadounidense al intentar alterar el conteo de votos en las presidenciales, una inculpación inédita y especialmente grave dado que en aquel entonces era presidente en ejercicio.
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Al contrario, las otras dos inculpaciones penales dictadas contra él este año, una por fraude contable debido al pago de dinero a una actriz porno para comprar su silencio y otra por haber puesto en peligro la seguridad nacional con el manejo negligente de documentos confidenciales, corresponden a un periodo anterior y posterior a su mandato.
La corte donde se le leerán los cargos está cerca del Capitolio, la sede del Congreso de Estados Unidos, que fue asaltada por cientos de partidarios de Donald Trump el 6 de enero de 2021 en su afán por impedir que se certificara la victoria de su oponente demócrata Joe Biden.
El asalto fue “alentado por las mentiras” que el acusado contó durante meses sobre el presunto fraude electoral a favor de Joe Biden, dijo Smith tras hacer pública la inculpación.
Al alba, aproximadamente un centenar de periodistas guardaban cola para entrar en el tribunal. Tanto el edificio como el Capitolio están rodeados de barreras de seguridad.
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Este miércoles se mostró combativo, al asegurar que “nunca antes había tenido tanto apoyo”, en un mensaje en mayúsculas publicado en su plataforma Truth Social.
Según él, esta inculpación “ha revelado al mundo la corrupción, el escándalo y el fracaso que han tenido lugar en Estados Unidos durante los últimos tres años“, bajo el mandato de su sucesor.
A pesar de sus enredos judiciales, Trump cuenta con la lealtad de un amplio sector de su partido. Mantiene una ventaja sustancial en las encuestas para la nominación republicana, con mucha diferencia respecto a su rival más cercano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Y este podría no ser su último dolor de cabeza judicial. La fiscalía de Georgia también investiga si Trump intentó ilegalmente cambiar el resultado de las elecciones de 2020 en este estado del sur del país.