Pierre Cardin construyó un sólido imperio durante su larga carrera, pero desde su muerte a fines de 2020 su familia se desgarra alrededor de su herencia.
Atrás quedaron los característicos vestidos de alta costura creados por Cardin y su historia de amor con la actriz Jeanne Moreau, que ayudaron a construir la celebridad mundial del modisto francés.
A un lado están las sobrinas nietas del creador, en torno a las cuales está unida la mayor parte de la familia Cardin, quienes desean que el grupo sea vendido y denuncian “una tentativa de robo de herencia”.
Y del otro lado está el sobrino nieto del modisto, Rodrigo Basilicati-Cardin, convertido en director general del grupo en 2018 y después en presidente en 2020.
Quien dice haber trabajado cerca de 25 años al lado de su tío abuelo, quiere “respetar la voluntad de Pierre Cardin, preservar su imperio y defender su imagen”.
El modisto, que no tuvo hijos, dejó un gran patrimonio: un holding y sus filiales, licencias, marcas, y bienes inmobiliarios en París y el sur de Francia.
Los activos del grupo están estimados entre 750 y 800 millones de euros, según las propuestas de compra, indicó el abogado de las sobrinas nietas, Jean-Louis Rivière.
Estas acusan a su primo de querer “recuperar todo el patrimonio individual de Pierre Cardin y del grupo con maniobras dudosas y eventualmente fraudulentas”, indica el abogado.
Está en cuestión un testamento firmado por Pierre Cardin en noviembre de 2016 y que designa a Rodrigo Basilicati-Cardin como único heredero.
Basilicati-Cardin halló ese documento en 2022 en el edificio parisino de su tío abuelo.
Un hallazgo “oportuno” tras una oferta de compra del grupo con la que “el 85% de los herederos está de acuerdo”, subraya Rivière.
LEG