Foto: AFP / En el pueblo de Shuiyuzui, las aguas destruyeron la muralla que rodea la ciudad e irrumpieron en las viviendas  

Las operaciones de limpieza continuaron ayer en las riberas del río Yongding, después de las peores lluvias que han golpeado a Pekín y la provincia vecina de Hebei en años. La tormenta mató al menos a 20 personas, destruyó infraestructuras e inundó barrios enteros.

A orillas de un rió se observan los escombros de un puente antes del devastador diluvio.

En la aldea de Chenjiazhuang, al oeste de la capital, los torrentes de agua arrancaron árboles el lunes y arrojaron gran cantidad de escombros que derribaron un puente muy frecuentado. Cientos de casas quedaron sin agua y electricidad.

En el pueblo de Shuiyuzui, las aguas destruyeron la muralla que rodea la ciudad e irrumpieron en las viviendas.

A la entrada del pueblo, los cables caídos fueron colocados sobre troncos de árboles, para que los rescatistas llevaran a los habitantes comida y agua.

Algunos residentes avanzan con dificultad en las aguas turbias, que pueden llegarles hasta la cintura. En el proceso de reubicación, muchos llevan sus pertenencias en bolsas.

Decenas de grandes vehículos militares están alineados en la carretera, a las afueras del pueblo, para participar en las tareas de asistencia y reparación.

CON INFORMACIÓN DE AFP

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