Foto: AFP / Según el experto, alrededor de la mitad del siglo XIX había un centenar de glaciares en los Pirineos  

Los días del glaciar de las Oulettes de Gaube, antaño una inmensa masa de hielo en los Pirineos franceses están contados y su inevitable desaparición alterará para siempre el paisaje local.

Los derrumbes debido al calentamiento global son cada vez más frecuentes. En 2050 no habrá más glaciares en las montañas de los Pirineos.

Como de costumbre, el glaciólogo Pierre René asciende hasta el refugio de las Oulettes situado a 2 mil 150 m de altitud. Acompañado por Mathieu Crépel, campeón del mundo de snowboard y originario de la región, atraviesa parajes verdes y se cruza con rebecos y marmotas, cuya tranquilidad es apenas perturbada por los excursionistas.

“Los glaciares en los Pirineos desaparecerán por completo. No tenemos la fecha exacta, pero es una certeza porque el aumento global de las temperaturas es muy rápido”, asegura Pierre René, después de dar un vistazo a una cueva de hielo natural.

“Una de las primeras consecuencias es una transformación irreversible del paisaje”, explica, añadiendo que los derretimientos son un “reflejo de lo que ocurre a nivel climático”.

A solo 2 mil 400 m de altitud –cuando los glaciares no aparecen generalmente por debajo de los 3 mil metros–, el glaciar de los Oulettes sobrevive en el macizo de Vignemale, protegido del sol. Pero se derrite incansablemente.

“Desde 1850 perdió casi 600 metros de longitud, que es más de la mitad de su tamaño. Y desde 1980, su disminución de longitud se aceleró debido al aumento global de la temperatura”, constata el glaciólogo.

Según el experto, alrededor de la mitad del siglo XIX había un centenar de glaciares en los Pirineos. Hoy, unos veinte desaparecieron, llevándose consigo una parte de la biodiversidad.

LEG