Al señalar que entre poderes debe haber “independencia y respeto”, y, por lo tanto, las leyes que fueron aprobadas por la mayoría que representa a millones de mexicanos deben respetarse, la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, advirtió que, “ningún poder puede estar por encima de otro, que la visión o prejuicio de una sola persona que no fue electa no puede imponerse a la de millones aquí representados”.
Y enfatizó que, “la vía democrática es la única vía posible para lograr que nuestro marco legal refleje la sociedad a la que aspiramos, que las leyes aquí aprobados deben ser respetadas y protegidas por ser aprobadas por una mayoría electa por el pueblo de México”.
Te podría interesar: Puro Bélicon: Junior H llega con su mejor repertorio al Foro Sol
En el marco del Informe Final de Actividades de Alejandro Armenta como presidente del Senado, la titular de la política interior del país, dijo que la labor del Senado en los últimos 12 meses ha estado a la altura de los momentos que se viven.
El senado ha estado a la altura de las circunstancias: Luisa María Alcalde pic.twitter.com/UT0nl2QFy9
— Balance Diario (@DiarioBalance) August 14, 2023
“Ya muchas veces lo ha dicho el presidente López Obrador, estamos viviendo momentos estelares en la historia de México y ser servidora o servidor público en esta época no solamente significa una enorme responsabilidad, sino también un privilegio cuando se está con las mejores causas del país”, citó la funcionaria federal.
Resaltó que “el trabajo del Senado y del Poder Legislativo ha sido central para seguir consolidando el cambio de rumbo del Estado mexicano y en la conquista de derechos que son la base fundamental del proyecto de nación que hoy es respaldado por la gran mayoría de mexicanas y mexicanos”.
Te podría interesar: Elena Poniatowska gana el Premio Internacional Carlos Fuentes 2023
Luisa María Alcalde, destacó que este Congreso elevó a ley la máxima juarista de que “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre” y, el principio de José María Morelos y Pavón de moderar la opulencia, “terminando con los privilegios de los altos funcionarios y los gastos superfluos del gobierno, aunque todavía existen quienes se han resistido a cumplir con esta norma”.