Frente al calor sofocante, la primera solución a la que acudimos, si nuestras posibilidades nos lo permiten, es a adquirir un aire acondicionado, pues es como un salvavidas dentro de esta ola de calor que se ha sentido y acrecentado en los últimos meses (y años). Este aparato nos soluciona la vida, pues nos brinda la frescura necesaria para sobrevivir.
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Sin embargo, es bien sabido que desde hace ya algunas décadas el aire acondicionado es uno de los principales causantes de las infecciones respiratorias en épocas veraniegas. Problemas que en apariencia no son tan graves como la gripe, catarro, laringitis, faringitis o hasta problemas de los bronquios son provocados cuando abusamos del uso de este aparato.
Otros de los síntomas que se pueden presentar por el uso excesivo son infecciones, ojos secos, sequedad en la piel, mareos, contracturas musculares, letargo, descenso de la tolerancia al calor, deshidratación, dolor de cabeza.
Aunque no sean graves estas enfermedades, no deben tomarse a la ligera las recomendaciones acerca del uso excesivo, pues no se debe únicamente a la temperatura fresca que nos da el aire, sino también a la suciedad o falta mantenimiento de los filtros de limpieza.
Para enmendar esto, se recomienda:
- Limpiar y dar mantenimiento a los depósitos de agua y los filtros de aire de manera periódica para tenerlos en buen estado. Esto evitará que se gaste demasiada energía y que respiremos aire contaminado por bacterias.
- Mantener la temperatura entre 23 y 25 en una humedad que supere los 35%.
- Además del mantenimiento propio, hacer que lo revise alguna persona experta para que identifique alguna anomalía si fuera el caso.
- Darle un espacio adecuado y no de manera directa a las personas.
Otras opciones para fortalecer el uso y prevenciones que pueden auxiliarte: evita los cambios bruscos de temperatura, cambia los aires por los ventiladores, mantente hidratado e intenta no prender el aire cuando vayas a dormir.
Finalmente, hay que aclarar que no se busca prohibir el uso del aire acondicionado, pero sí se busca, desde hace tiempo, tener un uso más responsable. Y recordar que, aunque los padecimientos no sean de gravedad, se trata de nuestro bienestar y salud, y por tanto hay que tomarlo con completa seriedad.