El número uno mundial, el tenista español Carlos Alcaraz, avanzó ayer a los cuartos de final del Masters 1000 de Cincinnati, tras un duelo plagado de interrupciones ante el estadounidense Tommy Paul, su verdugo la semana pasada en Toronto.
Alcaraz volvió a pasar por apuros frente a uno de los rivales que más se le atragantan del circuito pero, después de tres horas y nueve minutos, acabó celebrando su revancha por 7-6 (8/6), 6-7 (0/7) y 6-3.
El español, que desperdició tres pelotas de partido en el segundo set, chocará en cuartos contra el australiano Max Purcell, número 70 del ranking mundial y gran sorpresa del torneo desde que despachó en segunda ronda al noruego Casper Ruud.
Alcaraz, que se prepara para defender su corona del Abierto de Estados Unidos (28 de agosto – 10 de septiembre), necesita alcanzar como mínimo la final de Cincinnati para asegurarse llegar a Nueva York como líder de la ATP.
Su competidor por ese puesto es el serbio Novak Djokovic, de vuelta a Estados Unidos tras dos años de ausencia y con hambre de venganza ante Alcaraz por su derrota en la final de Wimbledon.
LEG