La Antorcha Olímpica es uno de los principales símbolos de los Juegos Olímpicos y durante los Juegos Olímpicos de México 1968 tuvo un significado muy especial.
Si quieres saber la historia del recorrido que tuvo el fuego olímpico en aquellas competiciones, sigue leyendo, porque te traemos todos los detalles.
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Para que la antorcha olímpica llegara a los Juegos Olímpicos de México 1968, el fuego fue encendido en Olimpia un 25 de agosto de aquel año.
La importancia de ese relevo en especial fue el simbolismo que se creó para representar el vínculo que había entre Europa y América.
El viaje fue la recreación del que hizo Cristóbal Colón para llegar a América y tuvo tres puntos especiales:
- Génova, lugar de nacimiento de Cristóbal Colón
- Palos de la Frontera, España, que fue el lugar desde donde zarpó
- San Salvador, el lugar al que llegó
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Después de que la antorcha zarpara el 25 de agosto de 1968, llegó a Génova, Italia el 27 de agosto para continuar viajando hacia España.
Llegó a Barcelona el 30 de agosto, para después pasar por Madrid y finalmente arribar a Palos de Frontera, el segundo punto importante.
El 12 de septiembre salió de las tierras españolas para llegar a las Islas Canarias y por fin a San Salvador, lugar donde Colón desembarco en 1492.
El 6 de octubre la Antorcha Olímpica pudo llegar a Veracruz, México, desde donde fue trasladada a Teotihuacan, muy cerca de la Ciudad de México.
El 11 de octubre en aquel lugar histórico se llevó a cabo una ceremonia que representó la fusión del Viejo y el Nuevo Mundo.
El 12 de octubre de 1968, en la inauguración de los Juegos Olímpicos, la atleta Enriqueta Basilio fue quien encendió el pebetero.
CI