El ministro de Economía argentino y candidato presidencial Sergio Massa anunció ayer mil 300 millones de dólares en préstamos del Banco Mundial y del BID para Argentina, durante una visita a Washington que aprovechó para lanzar un dardo a su rival ultraliberal Javier Milei.
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La jornada comenzó con una reunión con la directora gerente de Operaciones del Banco Mundial, Anna Bjerde, con la que cerró dos programas de financiamiento.
Uno de ellos, de 450 millones de dólares, está enfocado en la seguridad alimentaria, y el otro, de 200 millones, en las Pymes, para garantizarles acceso al crédito para importar y la liquidación rápida de divisas para exportar, explicó Massa en una rueda de prensa en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el BID conversó con su presidente, Ilan Goldfajn, durante una reunión que se saldó con el anuncio de fondos por otros 650 millones con tres propósitos: financiar un puente entre la provincia de Corrientes y la de Chaco, mejorar la represa de Salto Grande que Argentina comparte con Uruguay, e incrementar las exportaciones en economía del conocimiento.
En total unos “mil 300 millones de dólares de aquí a finales de año de financiamiento adicional” para Argentina.
Según el ministro, estos créditos también son “fundamentales para seguir fortaleciendo reservas”, que “en los últimos 21 días han acumulado mil 700 millones de dólares”, pero también “financiar proyectos para el desarrollo”.
Argentina, con una inflación superior al 100% anual, atraviesa una fuerte escasez de reservas monetarias internacionales en medio de una gran demanda de dólares, divisa a la que los argentinos recurren como refugio ante la disparada de precios.
Massa también se reunió con funcionarios del Departamento del Tesoro para “revisar la relación bilateral en términos comerciales para los próximos 120 días”, declaró.
Pero el plato fuerte de su viaje será este miércoles, cuando se reunirá con Kristalina Georgieva, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que su país firmó un programa crediticio en virtud del cual Argentina recibe 44 mil millones de dólares a 30 meses a cambio de que el banco central aumente sus reservas internacionales y el gobierno reduzca el déficit fiscal.
El ministro hizo coincidir su visita de dos días con la reunión del directorio del Fondo, que el miércoles debería aprobar el desembolso de 7 mil 500 millones de dólares correspondientes a la quinta y a la sexta revisión del acuerdo.
A la espera del giro, que suele ser una mera formalidad, Argentina tuvo que recurrir, como ha hecho alguna otra vez, a alternativas para honrar sus compromisos de deuda. Los últimos vencimientos de agosto los afrontó con un préstamo de Catar, con yuanes de un swap (intercambio de monedas) vigente con China y un préstamo puente de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
De los 7 mil 500 millones que muy probablemente desembolse el FMI, Argentina tendrá que girar por lo tanto una parte a Catar, China y la CAF y guardar otra como provisiones de cara a los próximos vencimientos.
Como consecuencia Massa no solo espera conseguir los 7 mil 500 millones, sino que quiere aumentar la cantidad y, según explicó, “revisar todo el procedimiento de desembolsos” porque su país atraviesa el año “quizá más trágico en términos de economía” debido al impacto de la sequía.
El FMI impuso a Argentina que devaluara la moneda y esto “tiene un impacto inflacionario” que en agosto causará “un daño en el bolsillo de la gente”, afirmó el ministro, que espera que la subida de precios se modere en septiembre y octubre.
En Washington, Massa alterna sus dos funciones: la de ministro y la de candidato a presidencial en las elecciones de octubre por el peronismo gobernante.
En su diana se halla Milei, un economista de extrema derecha y ultraliberal que fue el candidato más votado en las primarias, con propuestas radicales como dolarizar la economía y eliminar el Banco Central de la República Argentina (BCRA), encargado de fijar las tasas de interés y controlar la inflación.
Dice Massa que Estados Unidos está acostumbrado a ver en la región “la aparición de estos fenómenos antipolítica o extrapolítica”, pero “sí les preocupa la idea de que alguien prometa que va a construir la economía usando la moneda de ellos”.
Pero “bueno, supongo que algún permiso o alguna charla habrán tenido quienes hoy le ofrecen a los argentinos dolarización para poder usar los dólares en la Argentina”, afirmó de Milei, sin citarlo.
“Entiendo que no será solo un cuentito electoral”, añadió, “sino que tendrá algún correlato de charla con la Reserva Federal de Estados Unidos o con el Congreso de Estados Unidos”, lanzó.
LEG