La Unión Europea pasa a la ofensiva este viernes contra los abusos de los gigantes de internet con su ambiciosa Ley de Servicios Digitales (LSD) que obligará a las grandes plataformas, como Google, Facebook, X (ex-Twitter) o TikTok, a hacer más eficaz la lucha contra los contenidos ilícitos, bajo pena de fuertes sanciones.
El principio del nuevo reglamento suena como un eslogan: lo que es ilegal fuera de línea debe serlo también en línea. Pero para los expertos, esto no es tan simple.
Para ello se debe encontrar un equilibrio entre la libertad de expresión y la lucha contra los abusos que amenazan los derechos fundamentales o la democracia (interferencias con las elecciones, desinformación, protección de menores, etc…).
¿Como lograrlo? Una serie de obligaciones se impondrán desde el viernes a las 19 principales redes sociales, sitios de comercio y motores de búsqueda.
Las plataformas no son ni jurídicamente responsables de los contenidos que albergan ni están obligadas a cambiarlos previamente. Pero la UE espera obligarlas a instalar un sistema eficaz de control. Deberán, por ejemplo, proponer a los internautas un instrumento para señalar fácilmente los contenidos “ilícitos” (definidos por las legislaciones nacionales u otros textos europeos), y luego retirarlos rápidamente. Los sitios comerciantes deberán seguir el rastro de los vendedores para reducir los fraudes.
LEG