La tarde de este miércoles familiares, amigos y vecinos le dieron el último adiós a Katya, la pequeña de cinco años, quien resultó herida por una bala pérdida durante un tiroteo en un tianguis de Chalco, Estado de México, el pasado viernes, y murió cuatro días después en el hospital de Alta Especialidad de Zumpango.
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Al grito de “justicia” y en medio de lágrimas y flores, en punto de la 13:00 horas, el cortejo fúnebre salió del domicilio donde fue velada desde el martes en la calle de Nuestra Señora de Guadalupe, en la colonia Tres Marías, con dirección al panteón de San Sebastián, ubicado a unos 25 minutos del domicilio.
Decenas de personas caminaron más de dos kilómetros junto al féretro con globos blancos para acompañar a la menor en su último adiós, los cuales soltaron cuando fue sepultada; en el camino al camposanto, las notas de un mariachi la despedían.
Amiguitos de la pequeña portaron cartulinas de colores con mensajes de despedida y muñecos de peluche de Minnie Mouse, su preferida. En el recorrido, fueron sólo las mujeres quienes cargaron el féretro.
PREVÉN TOMAR MEDIDAS LEGALES
Adriana y David Ramírez, madre y tío de la menor, aseguraron que podrían tomar medidas legales contra los médicos del hospital de Chalco, quienes, en un primer momento, no quisieron atender a la menor e incluso les dijeron que ya no “se podía hacer nada para salvarle la vida porque la bala que se había alojado en la cabeza de la niña”.
“Ahorita que pase todo esto, nos vamos a reunir los familiares y vamos a determinar qué acciones vamos a tomar contra el hospital”, dijo David.
El viernes pasado, dos sujetos que viajaban en una motocicleta les dispararon a dos comerciantes, cuando Katya y su mamá caminaban por la zona y una bala le dio en la cabeza a la niña.
Los abuelos maternos de la menor, Marcelo Ramírez y Petra Maravillas, consideraron que su nieta pudo haber salvado la vida, ya que pasó mucho tiempo para que la atendieron en el hospital General de Chalco.
“Cuando la trajimos el viernes por la tarde, a poco rato, salió una doctora a decirnes que ya le faltaba poco para que falleciera la niña y que no había nada qué hacer”, dijo la abuela.
LEG