Aunque afirma que la diferencia entre la categoría reina en Estados Unidos y la Fórmula 1, aún se encuentra varias décadas de desarrollo por debajo, Roman Grosjean señala que la IndyCar Series es un serial mucho más atractivo para el público y con un mejor ambiente entre los pilotos participantes.
De cara al GP de Illinois, el piloto francés del equipo Andretti Autosport establece que, a pesar de que los desarrollos tecnológicos no son iguales entre ambas categorías del automovilismo, existen puntos a favor para el serial en el que actualmente compite. “Desde el punto de vista técnico, un IndyCar está 30 años por detrás de un F1. No es muy económica, pero tampoco muy cara de gestionar y la acción en pista es una de las mejores del mundo”.
Para el ganador de diez grandes Premios en Fórmula 1 establece que entre las principales diferencias a favor, es que hay un manejo un tanto más puro en la IndyCar y los pilotos no se tienen que estar preocupando tanto por apretar botones en cada momento y la diferencia mínima entre equipos, mantiene un nivel parejo durante todo el campeonato. “Me divierto mucho y es muy gratificante llegar a cada carrera con posibilidades de ganar”.
“El mundo de IndyCar es muy distinto, mucho más humano y cercano. Tras haber estado diez años en la F1, lo encuentro positivo. La Fórmula 1 me gustó mucho, la amé mucho. Pero diez años en aquel ambiente son muchos años. Aunque la pasión seguía, sentí que probar algo nuevo sería fantástico”, agregó el piloto que actualmente marcha doceavo en el campeonato.
Con un regreso al World Wide Technology Raceway de Gateway, la campaña 2023 de la IndyCar vivirá su última carrera en un óvalo, que además fungirá como la antepenúltima fecha para culminar el calendario, en lo que supone ya una victoria para el español, Álex Palou, quien vive una afrenta legal con McLaren por entre 20 y 30 millones de dólares, al confirmarse su renovación con Chip Ganassi Racing Team, que lo dejará fuera del equipo británico.
LEG