El mandatario hidalguense, Julio Menchaca Salazar, encabezó la demolición de la Casa de Gobierno; emblemática estructura que representaba un gasto mensual considerable que generaba agravios a la sociedad, y simbolizaba una brecha entre los gobernantes y la población.
El titular del Ejecutivo estatal expresó su compromiso de cumplir las promesas de su campaña política, de eliminar los privilegios. Este espacio, considerado un símbolo de la “élite dorada”, señaló Julio Menchaca, ha sido demolido para dar paso a oficinas de atención para los sectores prioritarios de la entidad.
Indicó que la Oficialía Mayor, en colaboración con la Secretaría de Hacienda estatal, han identificado terrenos que no son precisamente de interés popular, y en este ejercicio, se tiene la intención de fortalecer el patrimonio y promover la inversión de espacios públicos.
Manifestó que este acto trasciende lo material y representa un cambio histórico en el estado de Hidalgo. La demolición de la Casa de Gobierno marca un punto de inflexión, señaló, indica el camino hacia un proceso de transformación integral, no sólo de administración, sino de régimen, orientado hacia la transparencia y la equidad.
“Esto marca un antes y un después, y tiene que ser progresivo, tienen que irse modificando esquemas que agravian a la población y que ha mantenido alejado de los esfuerzos de las políticas públicas a muchos sectores de la sociedad”, puntualizó.