El Indicador Global de la Actividad Económica mostró un primer semestre sólido en México, mejor de lo esperado y respecto a mayo se expandieron las ramas industrial y de servicios, pero retrocedieron las actividades agropecuarias, de acuerdo a un análisis económico de BX+ (Ve por más).
Alejandro Saldaña, economista en jefe del grupo financiero, recordó que el PIB de 2023 puede alcanzar el 3%, sin embargo, “todavía se estima que la actividad se modere en la segunda parte del año”.
Se explicó que esperan un menor crecimiento externo, una inflación elevada y un apretamiento monetario, lo que implica una moderación.
Y es que el Inegi reportó ayer que el IGAE en junio creció 4.1%, una cifra menor a la esperada por los analistas que lo ubicaban en el consenso en 4.2% mientras el PIB al segundo trimestre del año se revisó en 3.6%, desde el 3.7% en que se esperaba el mes anterior.
Saldaña explicó que los índices muestran que con cifras estacionalizadas, la actividad se aceleró a tasa anual y a tasa mensual. “El indicador (IGAE) hiló tres lecturas creciendo mes a meses”.
El reporte del IGAE quedó 3.4% arriba de los niveles pre pandemia y 2.7% arriba del pico previo de octubre de 2018.
Si se revisa por sectores la industria y los servicios vieron un mayor dinamismo muy favorable.
El análisis económico indicó que en el sector agropecuario se detuvo parte del alza de abril y mayo en línea con los retrocesos en las exportaciones del sector, los servicios de preparación de alimentos y las ventas minoristas de alimentos.
Para el tema de la industria, suman cuatro lecturas creciendo a tasa mensual, aunque a mayor ritmo que en mayo.
“La construcción volvió a mostrar fuerza, La manufactura rebotó parcialmente, siguiendo el dinamismo de la industria estadounidense”. En tanto en línea con el bajo desempleo y la solidez en el consumo, el comercio minorista y los servicios recreativos avanzaron.
Asimismo se impulsaron los servicios de alojamiento y preparación de alimentos que sumaron dos meses a la baja y continúan debajo de los niveles antes del Covid.
Alejandro Saldaña consideró que la economía mexicana exhibió una gran solidez en el primer trimestre, además de que se ha reducido la probabilidad de una rescisión en los Estados Unidos, por ello están previendo que se pueda alcanzar un PIB de 3% al cierre de año.
Explicó que el consumo seguirá soportado en el corto plazo por el bajo desempleo, pero el mercado laboral puede perder fuerza conforme se enfríe la economía.
Destacó que los hogares mexicanos enfrentarán una elevada inflación y altos costos crediticios.
“El sólido dinamismo de la inversión, atribuido en parte a la materialización del nearshoring y al T-MEC, pueden resultar afectado en un entorno de altas tasas de interés y una erosión en los márgenes de utilidad para las empresas por la presión inflacionaria”.
Finalmente proyectó que a pesar de disminuyó la probabilidad de una recesión en EU, indicadores anticipan ya un debilitamiento de la demanda de manufacturas, el empleo y la producción de aquel país, lo que impactará principalmente las exportaciones nacionales, pero también la captación de remesas y la llegada de viajeros.
Por su parte, Paulina Di Giusto, analista financiera de Base, mencionó que la serie sufrió cambios, ya que a partir de esta publicación se comenzó a difundir la nueva serie con año base 2018. Es decir, hasta mayo los datos publicados tomaban como año base el 2013.
Indicó que el crecimiento en el mes fue impulsado por el desempeño positivo de los sectores secundario y terciario, que mostraron un crecimiento mensual de 0.74% y 0.37% respectivamente.
Un análisis de Base detalló que destacaron en el periodo los crecimientos mensuales en servicios de esparcimiento culturales y deportivos, y otros servicios recreativos un 11.19%, la construcción creció 2.99% y el comercio al por menor 2.42%.