Con sedas y terciopelos traídos desde Alemania e Inglaterra, así como algunos confeccionados aquí, fue que se elaboraron los vestuarios para la puesta en escena de Anastasia, el musical de la famosa duquesa rusa, en México.
A cargo de la supervisora de vestuario Geneviéve Petitpierre, los actores y actrices portan indumentaria de la Rusia de los años veinte, así como francesa.
Acorde con la puesta en escena, la época de las vestimentas empieza en 1906, en San Petersburgo. “Ahí vamos a recorrer todo este los pasajes del principio del comunismo”, detalló Peritpierre.
La gama de colores se mantienen en lilas, rosas pastel y blancos, pues con la iluminación se prestan a mayor versatilidad para cambios de color, en momentos específicos de la obra, como es el caso de los sueños.
Muchos de ellos emulan joyería fina, como perlas y diamantes Swarovski, así como piel de zorro, destacando el vestido blanco de la zarina Alexandra Fiódorovna Románova, que cuenta con una gran cantidad de piedras.
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“Si hubiera sido confeccionado hoy, como se confeccionó en su momento, tendría un valor de 10 millones de dólares, porque todas las piedras blancas eran diamantes y todas las perlas eran de verdad”, detalló la supervisora de vestuario del musical.
Asimismo, se podrán observar vestidos y trajes del París de la década de los veinte, con una amplia gama de colores.
En la realización participaron 16 talleres de España, Holanda, Alemania, Reino Unido, Brasil y México. La producción cuenta con 200 trajes completos de vestuario y más de 550 piezas sueltas, así como 165 pares de zapatos, mientras que durante el show se realizan 191 cambios.
La obra musical se basa en la película de 1997 y se ha presentado en Broadway, Nueva York, mientras que la temporada en el Teatro Telcel de la CDMX culminará el 30 de noviembre.