Temprano acudieron a la sede nacional del PRI Marko Cortés, Jesús Zambrano y la propia Xóchitl Gálvez.

Estuvieron varias horas con la dirigencia nacional del tricolor, encabezada por Alejandro Moreno, así como algunos miembros de las asociaciones ciudadanas que participaron en la conformación del Frente Amplio por México (FAM).

El objetivo fue la presentación oficial del segundo sondeo ordenado por el Comité organizador del proceso de selección, y en el que se vio claramente la ventaja de Gálvez sobre Beatriz Paredes.

La legisladora llegó horas después, solo para la reunión que sostuvieron los integrantes del Comité Nacional, los dirigentes del PRI en los estados y algunos de los representantes de los comités distritales.

Con los resultados de la segunda encuesta en sus manos, como había pedido, Paredes, sin aspavientos, agradeció a todos los presentes su apoyo para participar en el proceso.

Le agradeció a Alejandro Moreno y advirtió que no negoció su declinación por cargo alguno, pero que entendía la situación del momento.

La senadora tlaxcalteca no estuvo en la conferencia de prensa ofrecida por Moreno para oficializar la decisión del PRI de apoyar a Xóchitl Gálvez, porque en el inter se había planeado una fotografía en las que estarían los líderes de los partidos, la ahora candidata y la propia Paredes.

Al cierre de este espacio la fotografía no había sido tomada o distribuida.

Xóchitl no esperó a que se hiciera oficial el apoyo del PRI y abandonó las instalaciones del tricolor porque tenía un evento agendado.

Ni Cortés ni Zambrano tuvieron contacto con la prensa convocada para el anuncio, pues la idea fue dejarle todos los reflectores al PRI para anunciar el apoyo a Gálvez.

Una vez oficializada la declinación, la elección primaria prevista para el domingo próximo será cancelada y en su lugar habrá un evento masivo en respaldo a Xóchitl.

Qué si fue o no una buena decisión concluir el proceso sin llegar a las urnas, el tiempo lo dirá.

Lo que le importa ahora al Frente es construir una candidatura a prueba de todo (íbamos a escribir a prueba de balas, pero ojalá no sea necesario) porque a partir de ahora, la candidata de oposición enfrentará al poder presidencial en su plenitud.

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Marcelo Ebrard se quejó de la pachanga que traía Morena en el primer día del levantamiento de las encuestas que decidirán (ajá) quién será el candidato presidencial del partido guinda.

El excanciller logró que Morena prorrogará un día más el levantamiento del sondeo (en lugar de concluir el día 3 será el día 4), pero también advirtió, bajita la mano, que estará pendiente todos los días de que no haya mano negra en las encuestas.

Ninguno de los otros cinco aspirantes ha cuestionado, hasta ahora, el inicio de los sondeos.

Por cierto, por ahí alguien se echó un clavado en las bitácoras de vuelo de un avión Learjet 75, con matrícula XA MDB, que, dicen, habría utilizado Ebrard el 27 de mayo para viajar de Toluca a Saltillo para asistir a un evento de Armando Guadiana (internado ayer de emergencia en un hospital en Houston) y horas después regresar en el mismo jet a Morelia.

¿Tendría eso algo de malo?

En otros tiempos, nada, pero ahora que se predica la austeridad republicana, igual no cae bien en Palacio Nacional la renta de taxis aéreos.

Ya será tarde para que lo regañen.

¿O no?