Todos los días, millones de personas alrededor del mundo acuden al supermercado y, después de elegir sus compras, acuden a la caja a pagar y escuchan un pequeño beep cada vez que el código de barras de un producto es escaneado para mostrar su precio, entre otros datos… Una tecnología que está a punto de evolucionar.
Esta serie de barras y números impresos se remonta a cincuenta años atrás en Estados Unidos y casi cerca de treinta y siete años en nuestro país, esto gracias a Juan Carlos Molina, quien participó en su momento en la estandarización del código en México y que hoy labora en la versión “2D”.
Actualmente, Molina se desempeña como director general de GS1 México, asociación sin fines de lucro que fue elemento clave para la incorporación y adaptación del código en territorio nacional.
“El código de barras en México en un EAN-13 (código de trece dígitos), está integrado por un 750, que es el identificador de códigos de barra mexicano, no forzosamente deben ser productos mexicanos, pueden ser también productos del extranjero. Luego le siguen cinco dígitos que tienen que ver con el lote de códigos que compra una empresa para identificar sus productos”, explica Molina en entrevista con 24 HORAS.
“Los siguientes cuatro dígitos son relativos a cada marca, ellos deciden cómo asignarlo y el último número que aparece es un código verificador que se calcula con base al resto de los otros dígitos en una base ocho que permite garantizar la lectura exclusiva de un producto”.
Aunque la idea surgió en Europa, fue hace cincuenta años en Estados Unidos, cuando un paquete de chicles se convirtió en el primer producto escaneado mediante el primer código de barras en el mundo.
Y en México, fue hasta el 21 de agosto de 1986 que don Henry Davis, empresario del extinto “Grupo Aurrera”, se encargó de crear una iniciativa para traer esta nueva tecnología a nuestro país, siendo un paquete de jabón fue el primer producto en ser escaneado, con una configuración pensada para el mercado mexicano.
Con la llegada de las nuevas tecnologías, destaca que es inevitable que este formato evolucione no en el sentido de su estructura, sino en cuanto a la información que contiene, además de los usos que se le puedan añadir.
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“Hoy, el código de barras tradicional sigue funcionando y seguirá funcionando en los próximos 4 o 5 años, pero GS1 ya está pensando en un código 2D, este nuevo código además de traer esta información, también incluirá datos para el consumidor y para el manufacturero”.
“Para 2027, estaremos viendo las primeras muestras en donde ya se incluirá el número de lote de fabricación, fecha de caducidad de los productos, datos del fabricante, etc. Con esta nueva información se pueden lograr maravillas”, destacó.
FRASE
“No importa si se tratan de artículos de limpieza, alimentos o material para el trabajo, el formato de trece números iniciando con el 750 es la característica principal que se le da a todos aquellos productos que se vayan a comercializar en cualquier lugar de nuestro país”
Juan Carlos Molina
Director general de GS1 México