Al menos 48 personas murieron después de que las fuerzas de seguridad de República Democrática del Congo (RDC) reprimieran una protesta en contra de la ONU en el este del país africano, según fuentes de seguridad y documentación oficial.
El miércoles, los soldados congoleños impidieron que una secta religiosa celebrara una manifestación en contra de las tropas de paz de Naciones Unidas en la ciudad de Goma.
En un primer momento se informó de diez personas fallecidas después de que los soldados entraran en un estudio de radio y un lugar de culto, según fuentes locales. También señalaron que un policía fue linchado en medio de la violencia.
Pero un documento interno del ejército consultado por la AFP el jueves y verificado por fuentes de seguridad ofreció un balance de 48 personas muertas, además del policía, y 75 heridas.
Este documento señala que los soldados incautaron numerosas armas blancas y detuvieron a 168 personas, entre ellas el líder de la secta cristiana animista llamada “Fe Natural Judaica y Mesiánica hacia las Naciones”.
El este de RDC, fronterizo con Ruanda y Uganda, lleva tres décadas expuesto a violencia de milicias, legado de las guerras regionales de los años 1990 y 2000.
La misión de paz de la ONU en esta zona es una de las más largas y costosas del mundo, pero está mal vista por muchos en RDC que denuncian su inacción ante la violencia.
En un comunicado el jueves, el gobierno elevó el balance a “43 muertos, con 56 heridos y 158 personas detenidas, incluido el líder de la secta”.
“Las fuerzas de seguridad congoleñas dispararon y mataron a decenas de protestantes e hirieron a muchos más”, denunció la oenegé Human Rights Watch en un comunicado.
Es “una forma extremadamente cruel además de ilegal de imponer la prohibición” de la manifestación, dijo Thomas Fessy, investigador de HRW en RDC.
El año pasado, decenas de personas murieron durante protestas anti-ONU en el este de RDC, entre ellos cuatro soldados de paz.
Este último episodio se produce en medio del debate sobre una retirada de la misión de la ONU, compuesta por unos 16.000 efectivos.
El año pasado, el presidente congoleño Felix Tshisekedi dijo a medios franceses que no había motivos para mantener la misión más allá de las elecciones presidenciales de 2023.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo en agosto que la misión se encontraba en su fase final, aunque la fecha de su retirada sigue siendo incierta.