imagen de una mujer con albinismo
Foto: Pexels / El albinismo se agrupa en dos tipos: el ocular y el oculocutáneo  

Seguramente has oído hablar acerca del albinismo, pero, ¿sabías que existen diferentes tipos de esta condición?

Si no sabías, no te preocupes, aquí te explicamos qué es, sus causas y los tipos que existen, para así combatir la ignorancia y ser más empáticos con quienes lo padecen.

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El albinismo es un defecto en la producción de la melanina, que es la sustancia natural del cuerpo que da color al cabello, piel e iris de los ojos.

Se produce cuando el cuerpo es incapaz de producir o distribuir de una buena manera esta sustancia y puede ser hereditaria.

Algunos de los síntomas más comunes son:

  • Falta de color en piel, cabello y ojos
  • Sensibilidad a la luz
  • Algunas personas pueden presentar ojos bizcos
  • Movimientos oculares rápidos
  • Problemas de visión o ceguera funcional
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El albinismo se clasifica en dos grandes grupos; por un lado está el oculocutáneo, y por el otro está el ocular, que es el menos común.

El oculocutáneo es la forma más grave de esta enfermedad y a la vez la más común; afecta al mismo tiempo a la piel, el cabello y los ojos.

Para tenerlo, los cromosomas de la madre y del padre deben ser portadores de este gen. Cuando ambos tienen este rasgo, la probabilidad de que el bebé nazca con albinismo es de uno en cada cuatro embarazos.

Por su parte, el albinismo ocular, que es el menos común, solamente afecta a los ojos, mientras que la piel y el cabello tienen pigmentación normal.

Es causado por un cambio en el gen GPR143, que se encuentra en el cromosoma X, y es fundamental para la pigmentación de los ojos; la mayoría de las personas con este tipo son hombres.

CI