El fin de semana fue de reuniones, cruce de llamadas y citas con los estrategas electorales en Morena, producto de un cambio radical en las proyecciones que tenían sobre el candidato/a de la oposición.

Hace casi tres meses que inició el proceso de selección del candidato de Morena, la oposición se encontraba desarticulada y ninguno de sus precandidatos parecía hacerle sombra a quien arrancó en ese momento como la preferida presidencial, Claudia Sheinbaum.

La irrupción del huracán llamado Xóchitl Gálvez, que no sólo unificó a los tres partidos del Frente por México sino a todos los sectores de la sociedad agraviados por el gobierno de la 4T, les cambió el escenario.

Aunque hasta el viernes pasado las encuestas mantenían a la exjefa de Gobierno como la favorita de López Obrador, morenistas que entienden de los procesos electorales comenzaron a preguntarse si, una vez que Gálvez había sido la ganadora del proceso opositor, la estrategia debía mantenerse.

Sheinbaum no ha tenido empacho en reconocer que es la única que garantiza “la continuidad’’ del proyecto de Morena, que no es otra cosa que afirmar que seguirá gobernando, si lo decide la mayoría, como López Obrador.

Puede ser una ventaja o su principal error, ya que cientos de miles que respaldaron al tabasqueño en el 2018, decepcionados, han cambiado sus preferencias electorales.

Morena está en la hora de la definición.

Ayer Mario Delgado y Alfonso Durazo anunciaron que se lleva un avance del 80% en los sondeos que se realizan para conocer al ganador del proceso, ordenado, planeado y dirigido por López Obrador.

El martes se hará el conteo de las encuestas y el miércoles se revelará el resultado.

La gran pregunta que se hacen propios y extraños es si, visto lo que se vio en los casi 90 días de campaña de las corcholatas morenistas, el apoyo presidencial sigue siendo para Sheinbaum, que no solo representa todo lo contrario que ofrece Gálvez, sino que es el polo opuesto.

A ver.

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El Comité Organizador del proceso de selección del Frente por México entregó a Xóchitl Gálvez la constancia que la convierte en la abanderada de la oposición para la contienda del 2024.

Y, aunque hubo miles de asistentes al evento, celebrado en la Columna de la Independencia, se notó mayoritariamente el apoyo de los priistas, todos vestidos de rojo.

La ola rosa no se dejó sentir, en buena medida porque el evento no fue publicitado para no infringir alguna regla electoral.

Pero el rojo priista sobresalió en la multitud; muchos más que los perredistas o los panistas.

Para que vean que el PRI sí se la está jugando en serio con la hidalguense.

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Primer acto:

Los equipos de transición del gobierno del estado de México acuerdan adelantar dos días, para el día 14 de este mes, la toma de posesión de Delfina Gómez.

El objetivo es que ella dé el grito de Independencia y no se exponga a Alfredo del Mazo a una multitud enardecida por haber perdido el gobierno en un estado que siempre fue priista.

Segundo Acto:

El presidente López Obrador anuncia que irá al último informe de labores de Del Mazo, distinción que no ha concedido a ningún otro gobernador, ni siquiera de Morena.

¿Cómo se llamó la obra?

Embajada a la vista.

 

LEG