Ante la presencia de integrantes de La Familia Michoacana, quienes desde la semana pasada intentaron incursionar en el poblado de Linda Vista y Plan Verde, en San Miguel Totolapan, Guerrero, más de mil pobladores de 40 pueblos de este municipio de la región de Tierra Caliente, tomaron las armas y están dispuestos a enfrentarlos para resguardar su patrimonio.
La creación de estos grupos de autodefensas no es nueva en aquella región, al igual que la violencia, donde hace casi un año se vivió una de las masacres que más impactaron a nivel nacional, cuando un comando armado ingresó al palacio municipal y ejecutó a 20 personas incluido el alcalde Conrado Mendoza Almeda y su papá, Juan Mendoza Acosta.
Tras el hecho, el que había sido un ayuntamiento pacífico se tornó a la defensiva y en marzo pasado se organizó a través del bloque Pueblos Unidos de San Miguel Totolapan.
EMPRENDER LA DEFENSA
Hace unas semanas, la calma que parecia existir se rompió cuando se intensificaron los bombardeos con drones y disparos al aire, los cuales provocaron la muerte del excomisario de Linda Vista, Hugo Cortés Barragán, de tan sólo 24 años.
La región no cuentan con algún tipo de resguardo militar, el 41 Batallón de Infantería, el más cercano, está en el poblado vecino de Toro Muerto; pero, a decir de un integrante de este, los mismos pobladores les pidieron de forma amable no ingresar y ellos respetaron su decisión, aunque saben que ahí opera el grupo delictivo Los Tlacos.
Juan Nazario, nuevo comisario de Linda Vista, señaló que los ataques del crimen organizado hacia las comunidades de la sierra no son por droga, sino para el saqueo de madera, la introducción y llegada de empresas mineras, así como la extracción de agua.
En la comunidad hay temor y zozobra, las actividades están casi paralizadas, no hay maestros ni médicos e incluso, los trabajos del programa Sembrando Vida, están en pausa.
MARCAR LÍMITES
El sacerdote y coordinador del Centro de Derechos Humanos “Minerva Bello”, Filiberto Velázquez, señaló en entrevista para 24 HORAS que hay un marcado avance de La Familia Michoacana en este territorio y ante la presión del grupo criminal, las comunidades marcan límites a través de sus policías comunitarias (autodefensas), aunque el objetivo no es el enfrentamiento armado.
“Es una respuesta como defensa(…) pero al final se vuelve una guerra entre paisanos, entre habitantes de una misma región. La cuestión armada no es la respuesta, pero donde no existe Ley, pareciera ser que la violencia con la que han crecido es la única salida”, señaló el padre Fili. (Con información de Quadratín)
Cita
En estas regiones hay carencias en rubros como salud o educación que el crimen ha aprovechado para crear sus bases sociales y seguir extendiéndose”
Padre Filiberto Velázquez
Centro “Minerva Bello”
La violencia no es la respuesta: padre Gil
Convencido de que las armas no son la respuesta, el padre Gilberto Vergara, de Aguililla, Michoacán, pidió a los habitantes de San Miguel Totolapan, Guerrero, no optar por esta salida como solución a la violencia que azota a su comunidad.
“Sigo pensando que no es el camino, pero en medio de la desesperación de la gente y los pueblos pareciera que no hay otra opción. Nosotros ya pasamos por eso y la cosa no acabó bien porque de ahí se desprenden los muchos grupos que ahora nos hacen la vida difícil”, señaló en entrevista con 24 HORAS.
En este sentido, el sacerdote instó a reflexionar, ya que no actuar también es permitir el abuso y de alguna forma, volverse cómplice por omisión. “Que se miren en nuestro espejo”, insistió.
Por ello, sostuvo, la solución es educar desde casa en la civilidad, en los valores, recomponer el tejido social y exigir a las autoridades que cumplan con su trabajo de brindar protección a los ciudadanos.
El padre Gil subrayó que las próximas elecciones son un buen momento para recordar que los ciudadanos eligen a los gobernantes y que hay que votar por personas que brinden resultados y tengan proyectos para cambiar el panorama actual.
LEG