El padre y hermano de Carlos Tomás Aranda Burgoin, joven mexicano desaparecido en Canadá desde el pasado 7 de julio, siguen a la espera del inicio del proceso científico para la identificación del cadáver que se localizó el 22 de agosto en un lago de Osoyoos, Columbia Británica, en Canadá, que presuntamente podría ser de él.
A una semana de su llegada al país, no fueron llamados para tomarles muestras genéticas para compararlas con el cuerpo localizado.
Aunque la necropsia de ley a los restos se practicó el 31 de agosto, el informe concluyente no será entregado sino hasta dentro de cuatro meses, según revelaron los encargados del proceso a los parientes de Carlos, razón por la cual no se tiene información certera y precisa sobre si se trata del joven.
A esto se suma que ningún integrante de la familia fue autorizado para hacer una inspección ocular al cuerpo, ni siquiera a través de fotografías o videos.
LEG