Foto: AFP / Una carretera quedó parcialmente destruida ayer en una zona inundada de la ciudad de Volos, en el centro de Grecia, muestra de los daños en Europa por las fuertes lluvias  

Después de una ola devastadora de incendios en Europa, al menos 14 personas han muerto en las lluvias torrenciales que sacudieron en los últimos días Turquía, Bulgaria y Grecia.

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El reciente período de calor extremo ha dejado paso a fuertes tormentas, que convirtieron las calles del noroeste de Turquía en ríos y azotaron a Grecia con aguaceros sin precedentes, mientras el país se recupera de semanas de incendios forestales.

En Turquía, el último balance es de siete muertos, dos de ellos en Estambul, donde las lluvias llegan tras un verano particularmente seco en el que los embalses de agua de la ciudad de 16 millones de habitantes cayeron a su nivel más bajo en nueve años.

En la vecina Bulgaria, al menos cuatro personas murieron ayer en la costa del mar Negro.

Según el jefe del departamento de bomberos, Alexandar Dzhartov, en 24 horas cayó el equivalente de varios meses de lluvia, en lo que fueron las precipitaciones más intensas en la zona desde 1994.

Las inundaciones, poco usuales en la zona costera del mar Negro, son cada vez más comunes debido al impacto del cambio climático y al deficiente mantenimiento de la infraestructura.

GRECIA

Tres personas murieron desde la noche del lunes a causa de la tormenta conocida como Daniel, que afectó principalmente la región central de Magnesia y a su capital, Volos, 300 kilómetros al norte de Atenas.

“Todo lo que se salvó del incendio que tuvimos en julio ha sido destruido por este mal tiempo”, dijo Christos Kleftakis, de 49 años, en Nea Anchialos, cerca de Volos.

“Es algo sin precedentes. Estos fenómenos meteorológicos severos, la fuerza de la lluvia, el viento. Nunca antes había visto algo así”, añadió.

“Es un fenómeno inédito para los datos meteorológicos del país”, que empezaron a registrarse en 1955, indicó Dimitris Ziakopoulos, vicepresidente del centro de estudios de gestión de emergencias del ministerio de Crisis Climática.

OLA DE CALOR EXTREMO

Mientras tanto, el observatorio europeo Copernicus anunció que 2023 será probablemente el año más caluroso de la historia, debido a que las temperaturas medias mundiales durante los tres meses del verano boreal (junio-julio-agosto) fueron las más elevadas desde que se tiene registro.

“El colapso climático ha comenzado”, lamentó por su parte el secretario general de la ONU, António Guterres.

LEG