Foto: Especial / La diputada Polimnia Sierra apuntó que según el Inegi, en México hay más de un millón 600 mil menores que viven sin sus padres  

Cuando un menor de edad pierde a uno o ambos padres, se ve comprometida su educación, ya que muchas veces se ve obligado a salirse de la escuela para trabajar y apoyar en la economía del hogar, o para cuidar de sus hermanos menores, alertó la diputada priista Polimnia Sierra, por lo que señaló que se debe proteger a este sector en materia educativa.

En este contexto y con el objetivo de atender y revertir la problemática de deserción escolar por condición de orfandad, el Congreso local reformó la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México.

Al exponer los argumentos de la reforma, la también presidenta de la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez, Polimnia Sierra, sostuvo que cuando una persona menor de edad queda en situación de orfandad, lo primero que se sacrifica es la educación, “ya que muchas niñas y niños dejan la escuela para ir a trabajar o cuidar a sus hermanitos menores”, subrayó.

Ante dicha situación, la iniciativa presentada por ella y su homólogo, el diputado Víctor Hugo Lobo Román del PRD, plantea a través de la modificación de la fracción VI del artículo 58, que este sector poblacional sea considerado prioritario para el establecimiento de acciones afirmativas en materia de educación.

“La orfandad provoca efectos negativos en cuanto al respaldo financiero, cuidados, afecto, guía y atención, por ello es necesario que el Estado intervenga para contrarrestar las consecuencias perniciosas que puede derivar de un estado de orfandad”, explicó la legisladora ante el pleno del Congreso capitalino.

Por otra parte, también se aprobó agregar una fracción XXXV Bis, al artículo 4, para redefinir el concepto de orfandad en la normatividad vigente, estableciendo que es la situación de desamparo en que se encuentra una niña, niño o adolescente cuando la madre, padre o ambos han fallecido.

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