En la última prueba del año de la Serie Indycar, en la que el campeón de 2023, el español Alex Palou, terminó en tercer lugar, el neozelandés Scott Dixon ganó ayer el Gran Premio de Laguna Seca.
Palou había tomado la delantera en la vuelta siete y lideró 51 vueltas antes de salir del lado equivocado de un cierre de pit durante una de las ocho banderas amarillas de la carrera.
Dixon cruzó la meta a 7,3180 segundos por delante de su compatriota Scott McLaughlin.
El accidente de varios coches en la primera vuelta resultó ser un presagio de lo que vendría.
Felix Rosenqvist, que empezó desde la pole, lideró a Palou, Will Power y el mexicano Pato O’Ward (noveno) en el reinicio de la vuelta siete, pero Palou lo superó en la última curva de esa vuelta para tomar la delantera mientras Rosenqvist retrocedía a la tercera posición.
Un trompo de Josef Newgarden hizo que volviera a aparecer la bandera amarilla, Palou mantuvo el liderato mientras los pilotos maniobraban detrás de él.
O’Ward entró en boxes en la vuelta 58, momentos antes de que David Malukas hiciera contacto con Devlin DeFrancesco para hacer aparecer la bandera de precaución.
LEG