Nos hemos deshumanizado. En este planeta poblado de casi ocho mil millones de personas cada vez ténsenla más al individualismo. Es una contradicción. Cada vez somos más pero cada vez hacemos menos caso al de al lado.
En Europa acaba de haber unas riadas de agua como hace mucho tiempo no se veían. En España, en Toledo y Madrid murieron varias personas por las terribles inundaciones. No muy lejos de mi casa murió una persona mientras su hijo pequeño se agarró durante horas a la rama de un árbol. Podría haberle pasado a cualquiera de nosotros, pero la Tierra sigue girando y no se detiene ante nadie.
En México se vive aterrado viendo unas imágenes inexplicables. En San Luis Potosí un salvaje golpeó hasta la extenuación y el desmayo a un adolescente por no haberle atendido en un puesto de comida rápida. Un malnacido asesinó a una mujer que ese día cumplía y moría a los cuarenta años. Se desangró delante de las cámaras. Cinco jóvenes se mataron entre ellos impulsados por el narco, todos eran amigos. Hemos validado todo, hemos naturalizado la tragedia como algo normal. Pero no, no es normal.
En la frontera entre México y Estados Unidos miles de personas intentan sobrevivir. En lo que va de año han muerto ya novecientos seres humanos por las boyas que hay en el río Grande y las vicisitudes que atraviesan con los coyotes. Las deportaciones y las detenciones están a la orden del día, pero tampoco es normal. Nadie se va de su casa porque quiere, pero eso sí, normalizamos la tragedia.
El mundo superfluo, las redes sociales, la búsqueda de lo fácil y lo lúdico han sido desencadenantes de esa desnaturalización del ser humano. Pero no, no es normal. Nunca fue normal.
Es verdad que el ser humano se acostumbra a todo. Es cierto que tiene una gran capacidad camaleónica. Sin embargo, no podemos ser inflexibles ante la barbarie, la adversidad y la tragedia. ¿Será que el individuo del siglo XXI se ha desnaturalizado a marchas forzadas? Estamos convirtiéndonos en robots y no olvidemos que al final el robot puede ganarle la batalla al hombre.
@pelaez_alberto