Salwan Momika, refugiado iraquí en Suecia y autor de varias profanaciones del Corán, fue interrogado por la Policía de Suecia en el marco de una solicitud de extradición por parte de Irak, anunciaron el interesado y su abogado.
“Irak pide mi extradición para que pueda ser juzgado en Irak según la ley islámica porque quemé el Corán en Suecia”, comentó. Momika desató una ola de indignación internacional en junio, quemando y pisoteando el Corán frente a la mezquita más grande de Estocolmo en el primer día de Aid al-Adha (Fiesta del Sacrificio), celebrada por los musulmanes en todo el mundo.
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“Irak quiere que sea extraditado porque quemó un Corán frente a una mezquita en junio. La ley estipula que para ser extraditado debe ser un delito tanto en Suecia como en Irak”, precisó su abogado, David Hall.
“No es un crimen en Suecia por lo tanto no es posible extraditarlo“, añadió después de la audiencia. Según el abogado, el fiscal encargado del caso debería dirigirse al Tribunal Supremo, que decidirá sobre la solicitud de extradición, y ésto puede tardar semanas o meses.
Momika aseguró que iba a “presentar una denuncia contra el ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Fuad Husein, por cometer un crimen político contra mí”, en referencia a esta solicitud de extradición.
Después de una nueva profanación del Corán en julio, Irak ordenó la expulsión de la embajadora sueca en Bagdad y la suspensión de la licencia del gigante sueco de equipos de telecomunicaciones Ericsson en el país.
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El gobierno sueco condena la profanación del Corán, pero subraya el predominio de la libertad de expresión y de reunión en su territorio. Suecia decidió a mediados de agosto elevar su nivel de alerta terrorista, estimando que la amenaza de atentados “persistirá durante mucho tiempo”.
El gobierno está estudiando los medios legales de prohibir las manifestaciones en las que se profanen libros religiosos, pero no está seguro de contar con una mayoría para modificar su legislación sobre el tema.