Al menos cuatro soldados de rostro cubierto amedrentaron a un poblado de Colombia apuntando sus fusiles contra niños, mujeres y otras personas, en un incidente que el gobierno calificó ayer como de “suma gravedad”.
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“¿Por qué vienen a atropellarnos?”, “¿Les parece justo amenazarme con una pistola teniendo yo mi hijo en brazos?”, “¡Identifíquense!”, grita una mujer que carga un bebé en el municipio de Tierralta, en el departamento de Córdoba, según videos que se hicieron virales.
Uno de los militares de pañoleta negra en el rostro sacó una pistola y apuntó contra ella. Muy cerca, otro levantó su fusil. Tres niños lloraban abrazados a otra mujer, mientras alrededor de veinte personas reclamaban a los soldados.
El presidente Gustavo Petro comparó lo sucedido con el paramilitarismo, los escuadrones de derecha que aliados con algunos miembros del Ejército sembraron terror en su lucha contra las guerrillas, antes de su desarme en 2006.
“Volver al paramilitarismo y al despojo de tierras sería el peor error militar de la fuerza pública. Esto no puede pasar en este gobierno. Es el mismo ejército quien debe presentar públicamente, al lado del gobierno, su propia investigación en estos hechos”, escribió el mandatario en X.
En la misma línea, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, aseguró que el incidente “es de suma gravedad y exige la adopción de drásticas decisiones”.
El primer gobierno de izquierda en la historia del país se comprometió a eliminar los abusos.
LEG