Las APIs son protocolos que actualmente sirven para el funcionamiento de las aplicaciones y los sitios web. Te contamos un poco más.
Es probable que a muchos usuarios les suene el nombre de la API cuando en anuncios un determinado servicio advierte que pondrá límites en su API o, por el contrario, cuando dice que puede extender su uso a otras aplicaciones.
Si has visto este término y tienes duda de qué se trata, te contamos de forma sencilla a que se refieren los programas con las APIs y para qué sirven.
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El término es un acrónimo que significa Interfaz de Programación de Aplicaciones, Application Programming Interfaces (API, por sus siglas en inglés).
Son una serie de protocolos para desarrollar e integrar varias aplicaciones a un software, permitiendo que interactúen bajo estas reglas.
Cada API es distinta, pues depende de las aplicaciones en cuestión y de los permisos que dan sus desarrolladores a terceros.
Es un término que puede resultar complejo porque las APIs no se encuentran en la parte visible de las aplicaciones, sino que están en los circuitos internos, que los desarrolladores ven para hacer funcionar una herramienta.
Se manifiestan cuando al abrir una app, ésta se conecta a Facebook o a tu cuenta de correo para iniciar sesión, incluso cuando te llega una notificación al celular.
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Pueden ser privadas para una empresa o abiertas para partners. De esta forma, te mandará una solicitud con una estructura particular.
A los servicios que no son de código abierto les permite dejar que otros servicios utilicen funciones de sus apps. Los desarrolladores externos podrán usar las funciones sin saber cómo funcionan del todo los procesos.
Las APIs tienen la finalidad de facilitar y ahorrar tiempo a los desarrolladores. Por ejemplo, al crear una tienda online, no necesitarás desarrollar un sistema de pagos. Podrás usar las APIs para vincular tu tienda con un sistema ya existente.
De esta forma se utilizan funciones de otros sistemas ya creados. No tienes que crear todo desde cero al hacer un sitio web.
PGR