El presidente brasileño, Luis Ignacio Lula da Silva, pidió este martes en la Asamblea General de la ONU “diálogo” para resolver el conflicto de Ucrania.
El conflicto en Ucrania muestra “nuestra incapacidad colectiva para hacer aplicar los objetivos y principios de la Carta de Naciones Unidas”, dijo el presidente brasileño, que el miércoles se reúne por primera vez con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski en los márgenes de la ONU.
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“No subestimamos las dificultades para alcanzar la paz”, dijo, pero “ninguna solución será duradera, sin diálogo”, advirtió, antes de recordar que es necesario “para crear espacio para las negociaciones”.
Las relaciones con Ucrania han sido tensas después de que Lula afirmara el año pasado en una entrevista que su par ucraniano era “tan responsable como (el presidente ruso Vladímir) Putin” por la guerra y se negara, ya como presidente, a suministrar armas a Ucrania como han hecho otros países occidentales.
Brasil ha buscado colocarse como negociador en la guerra de Ucrania, sin tomar partido por Ucrania ni apoyar la invasión rusa. Una posición que le ha valido, aunque ha sido acusado por la Casa Blanca de “repetir como un loro la propaganda rusa y china” sobre la guerra en Ucrania.
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“Los conflictos armados son una afrenta a la racionalidad humana”, dijo Lula desde la tribuna de la Asamblea General en un discurso muy político, que fue interrumpido varias veces por los aplausos.
Tras recordar que el año pasado los gastos militares sumaron más de dos billones de dólares, aseguró que “la cultura de la paz debe ser un deber de todos. Construirla requiere persistencia y vigilancia”, dijo antes de rememorar el riesgo de “un golpe en Guatemala que impediría la investidura del vencedor de las elecciones democráticas”.
Lula también hizo referencia a la incapacidad para crear un estado para el pueblo palestino, la crisis humanitaria en Haití, el conflicto de Yemen y Libia, así como las rupturas institucionales en varios países de África.