De 82 años, el multifacético director de cine animado Hayao Miyazaki ha pasado como uno de los grandes nombres dentro de su gremio gracias a un estilo muy particular que ha plasmado en cintas que han cautivado a chicos y grandes como Mi vecino Totoro, El Viaje de Chihiro y La Princesa Mononoke, entre muchas otras, todas bajo el sello de Studio Ghibli, de donde es cofundador.
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Por esta razón y más, el festival de Cine de San Sebastián en su edición 71 rendirá un homenaje en vida a este que es uno de los animadores más importantes de la historia del cine mundial.
En la actualidad las películas de animación han ganado gran relevancia y varias cintas han vuelto a poner sobre la mesa el tema de que este es un formato y no un género erróneamente relegado al público infantil, lo cual el estudio de Miyazaki ha dejado en claro desde hace muchos años.
Esto queda de manifiesto en sus cinta cuyas historias cuentan con argumentos profundos, conmovedores y hasta reflexivos sobre la vida, los cuales mezclados con una estética fantástica y colorida han llegado a grandes certámenes como los premios Oscar, donde conquistó el primero a Mejor Película de Animación por El viaje de Chihiro y un segundo honorífico por su trayectoria.
El niño y la garza es el nombre de la última película del cineasta y animador japonés, la cual tiene lugar en un momento especial de su carrera, pues no había producido absolutamente nada desde 2013, cuando se había retirado pero volvió con este título, el cual se anunció desde 2017 y se presume que es la última película que hará en su carrera.
Además, según el productor de la misma y amigo de Hayao, Toshio Suzuki, reveló que esta película es una carta dirigida al nieto del director, para que lo recuerde cuando muera.
Adaptada de un libro nipón titulado ¿Cómo viven?, la película El niño y la garza tuvo su estreno local en Japón durante el mes de junio y cautivó audiencias, además tuvo su primera proyección internacional en el Festival de Cine de Toronto y será la película que inaugure el Festival de Cine de San Sebastián, en España, como parte del mencionado homenaje.
También recibirá el Premio Donostia, el cual es entregado de manera honorífica a personalidades del cine mundial y en esta ocasión Miyazaki agradecerá la mención desde su casa en Japón.
ENTRE LA EUFORIA Y LA CRÍTICA
Desafortunadamente, no todo es felicidad en el festival, pues el actor español Javier Bardem también estaba contemplado a recibir el Premio Donostia, sin embargo, debido a la huelga del sindicato de actores de Hollywood, al cual pertenece el intérprete, su presencia no estará permitida, por lo que el presidio decidió aplazar su galardón hasta 2024.
El sábado se presentará al público No me llame Ternera, un documental de Jordi Évole y Márius Sánchez que ofrece una entrevista con José Antonio Urrutikoetxea, apoyado Josu Ternera, dirigente de la disuelta organización independentista vasca ETA, responsable de más de 850 muertes.
Más de 500 personas, entre ellas familiares de víctimas o personas que vivieron amenazadas por la organización, suscribieron una carta pidiendo la retirada del film, al considerarlo “un relato justificativo y banalizador”.
“Estimamos que la película No me llame Ternera ha de ser vista primero y sometida a crítica después y no al revés”, respondió en un comunicado José Luis Rebordinos, director del certamen, rechazando excluir la cinta.
Los directores defendieron su conveniencia: “Hemos hecho esta película porque tenemos una responsabilidad con la historia de nuestro país, que en parte está muy marcada por el terrorismo de ETA”.
La 71 edición del festival de Cine de San Sebastián se llevará a cabo del 22 al 30 de septiembre.
LEG