La lucha libre es considerada por propios y extraños como “el deporte mexicano”, por excelencia y no es secreto que se ha vuelto parte de la identidad nacional ante el mundo, pues las máscaras forman parte de la iconografía mundial asociada al país y el luchador Blue Demon Jr. asegura que es cultura.
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“La lucha se ha vuelto cultura desde hace muchos años, en el momento en que los personajes creados por diferentes luchadores como mi padre fueron llamados a hacer películas, hablaba ya del impacto que tenían estas figuras en la sociedad y para nosotros los luchadores, creo que tenemos la fortuna de poder ver de dos formas distintas a la lucha”, aseguró el enmascarado en entrevista con 24 HORAS.
Este personaje emblemático de este deporte nacional fue parte del presidium que acompañó al escritor Óscar Fernández durante la presentación de la novela El color de la lucha, la cual narra la vida de un joven que crece en el barrio bravo de Tepito y La Merced, donde ganarse la vida era una pericia que pocos podían salir con éxito, sin embargo, el personaje principal nunca deja de pelear por alcanzar su meta: ser reconocido y dejar huella en el ring.
“Como luchador pues para mí es un deporte que me ha dado todo, es mi vida, lo respeto mucho y sé el riesgo que corremos todos al subirnos al ring, cada vez que lo hacemos estamos más cerca de la muerte, pero como persona detrás de la máscara, veo a la lucha como un reflejo de nuestra sociedad mexicana”, agregó.
Por lo anterior, el Demonio Azul cree que esta disciplina ha tenido mucho éxito en México.
“Es triste saber que es así nuestra sociedad, la lucha del bien y el mal y que lamentablemente la frase de que ‘El fin justifica los medios’ está muy latente, porque ni al bueno ni al malo importa cómo, pero debe conseguir la victoria. Aquí es cuando pienso que en la lucha no hay héroes ni villanos, en realidad hay antihéroes.
“Y el hecho de asistir a una función de lucha en donde ves representada de esa manera la vida diaria, te da la oportunidad de sacar lo que traigas, de gritarle, de insultarla, de reirte de ella. La lucha libre termina siendo la terapia psicológica más barata y los luchadores nos volvemos psicólogos. Dentro de la arena cambian muchas cosas y no existen ni clases sociales, ricos y pobres las disfrutan igual”, destacó el luchador.
Pero todo esto es muy diferente en cuanto sale del país, pues asegura el deportista que esta es una visión muy particular de México, pero en otros países lo que llama la atención es poder ver un reflejo del mismo.
“Cuando salimos a luchar a otras partes del mundo, nos volvemos inminentemente en embajadores de la cultura mexicana y bueno, el día que celebré mis 30 años como luchador en el Royal Albert Hall en Londres decidí llevar un vestuario prehispánico, cuando la gente vio salir el Copilli de Moctezuma, se levantó, estaba viendo la identidad de México. Me gusta representar de esa manera muy orgullosa a mi país ante el mundo”, aseguró el hijo del Manotas.
Por otro lado, Blue Demon Jr., comentó que la novela El color de la lucha, “permite acercarse un poco a cómo se pueden sentir los luchadores a nivel profesional, debajo de la máscara y del ring, las cosas son muy diferentes a la gloria y los aplausos que vivimos. En la calle con nuestra identidad real, nadie nos conoce, somos un ser humano más y eso es lo que podemos leer, estoy seguro que muchos compañeros se sentirán irremediablemente identificados”, finalizó el enmascarado.
LEG