Alemania
Foto: AFP | Por la enorme cantidad de personas solicitantes de asilo, Alemania reforzará sus fronteras con Polonia y la República Checa.  

Alemania reforzará sus controles fronterizos con Polonia y la República Checa a raíz del aumento de flujos migratorios, que puso bajo presión al gobierno de Olaf Scholz y a las regiones, desbordadas por la llegada de solicitantes de asilo.

La ministra alemana de Interior, Nancy Faeser, anunció este miércoles que se reforzarán los controles móviles en la frontera con Polonia (de 470 km) y de la República Checa (650 km).

Sin embargo, la ministra no anunció controles fijos, como los que exigen los conservadores de la CDU, principal partido de la oposición, una medida excepcional en el territorio de la Unión Europea (UE) de la que debe ser informada Bruselas.

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“Pero no descarto que lo hagamos más tarde”, si los controles adicionales “no funcionan”, advirtió Faeser.

Hasta ahora, los únicos puntos de control fijos para entrar en Alemania se encuentran en la frontera austríaca, un legado de la crisis migratoria de 2015-2016, cuando la primera economía europea acogió a más de un millón de refugiados.

Italia le reprochó que suspendiera la acogida de migrantes transferidos por Roma en el marco de un programa europeo de solidaridad, una medida de Berlín en respuesta a la decisión del Ejecutivo italiano de incumplir su obligación de atender a los solicitantes de asilo rechazados por otros países y que habían pasado previamente por Italia.

Con Polonia, por donde transitan los migrantes procedentes del este, las relaciones tampoco están en su mejor momento: la semana pasada, Berlín y Bruselas instaron a Varsovia a dar explicaciones sobre un supuesto fraude de visados de entrada a la UE que salpicó a miembros del gobierno polaco.

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Y dentro de Alemania, municipios y regiones se han declarado al borde de sus capacidades de acogida de migrantes.

Una situación muy delicada si se tiene en cuenta que, en menos de dos semanas, el 8 de octubre, se celebrarán unas elecciones regionales que supondrán una prueba para Olaf Scholz, en Baviera (sur) y en Hesse (centro).

La ministra del Interior es candidata de los socialdemócratas, el partido de Scholz, en Hesse, donde se ubica Fráncfort.