Un amor, la historia de un traslado complicado al campo, de la directora española Isabel Coixet, y Puan, una pugna entre filósofos por una cátedra, de los argentinos María Alché y Benjamín Naishtat, son los dos filmes a competición de este martes en el Festival de cine de San Sebastián.
La de la española está basada en la novela homónima de la popular escritora española Sara Mesa, que ve por primera vez llevada al cine una de sus obras.
Explica la historia de Nat, interpretada por la actriz Laia Costa, una treintañera que se va a vivir a un pequeño pueblo rural escapando del agobio de la ciudad.
Ahí se topa con un casero poco comprensivo, la desconfianza de los vecinos y una propuesta sexual fría y atrevida de su vecino Andreas a cambio de arreglar las goteras, que ella acepta y que acaba en una historia de pasión.
Desde que la pandemia de covid y sus estrictos confinamientos alimentaron la idea de irse a vivir al campo, el cine español se ha encargado de ir desmontando ensoñaciones en películas como As Bestas, Suro, o ésta de Isabel Coixet.
La película habla de “alguien que llega un lugar, con ganas de integrarse y de estar bien… y todo mal”, resumió Coixet a la prensa tras el pase, mientras que Laia Costa la describió como “un puñetazo en el estómago” .
La otra película a competición del día fue la comedia académica Puan por el nombre de la calle donde está la facultad de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires.
En ella, Marcelo Subiotto encarna a Marcelo Peña, cuyo apellido es una declaración de intenciones: un profesor universitario desgarbado, torpe, inepto socialmente, competente pero anodino, cuyo mentor muere repentinamente.
Para Sbaraglia, “el máximo desafío fue aprender alemán, tocar el piano, aprender a cantar en francés”, explicó.
LEG