El gobierno anunció ayer su nuevo plan contra el acoso escolar en Francia, después de que una serie de suicidios de menores pusieran en evidencia la urgente situación en el sistema educativo.
“Ser insultado, excluido, empujado o incluso agredido, es algo que ningún adulto soportaría”. Por ello, “la movilización debe ser general”, declaró la primera ministra Elisabeth Borne al presentar su plan.
Francia inició la lucha contra el acoso escolar como una “prioridad absoluta”, y la serie de suicidios de menores, el más reciente hace unas semanas, además de un cambio de ministro de Educación le dio un nuevo impulso.
Aunque el plan contrasta con la situación vivida a principios de la semana pasada, cuando un adolescente, sospechoso de acosar a una estudiante trans, fue detenido ante sus compañeros en plena clase al sureste de París.
La actuación fue criticada como excesiva, pero el gobierno de Emmanuel Macron aseguró que era necesaria para enviar un “mensaje muy fuerte”.
Ayer, el gobierno propuso en su nuevo plan permitir la exclusión de los acosadores de las redes sociales, confiscarles el teléfono, o, en lo judicial, notificar “sistemáticamente” al fiscal en caso de denuncia por acoso.
A nivel preventivo, Borne anunció el refuerzo de la formación de empleados educativos, así como de las fuerzas de seguridad y trabajadores de la justicia. Será “100% prevención, 100% detección y 100% soluciones” aseguró.
“En total, cerca de un millón de niños sufrieron acoso durante los últimos tres años”, afirmó la primera ministra.
LEG