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Foto: Pixabay / México es uno de los principales receptores de remesas enviadas por connacionales en el extranjero en toda la región, recibiendo 42% del total, detalló el banco  

La economía de nuestro país tuvo una ligera alza en la proyección de crecimiento del Banco Mundial al estimar el PIB de México en 3.2% al cierre de 2023.

Y es que México es uno de los principales receptores de remesas enviadas por connacionales en el extranjero en toda la región, recibiendo 42% del total, detalló el banco.

Al actualizar sus proyecciones para la región Latinoamericana y el Caribe donde puntualizó un crecimiento del 2%, un poco más de lo previsto pero menos que las demás regiones del mundo con lo que sigue sin reducir la pobreza. La organización financiera pronosticó en abril que la economía regional crecería en 2023 1.4%, un porcentaje que ha subido en sus últimas perspectivas. Brasil crecerá 2.6%, Colombia 1.5%, Costa Rica 4.2%, República Dominicana 3.1%, Ecuador 1.3%, El Salvador 2.8%, Guatemala 3.4%, Honduras 3.2%, México 3.2%, Perú 0.8% y Uruguay 1.5%.

La economía de Argentina se contraerá en cambio 2.5% y la de Chile 0.4%. El Banco Mundial no proporciona datos sobre Venezuela. Según los pronósticos de la organización, el crecimiento regional será flojo en 2024 (2.3%) y 2025 (2.6%).

“Estas tasas, similares a las de la década de 2010, no son suficientes para lograr los avances tan necesarios en materia de inclusión y reducción de la pobreza”, advierte el Banco Mundial. Es lo que más preocupa a William Maloney, economista jefe de la institución financiera para América Latina y el Caribe. Lo esencial, según él, es no dormirse en los laureles y definir “qué hacer para crecer”.

“Yo no veo una estrategia muy clara para aprovechar el momento en el nearshoring (deslocalización de servicios a una zona cercana) y, en muchos casos, en la transición verde tampoco”, declaró.

Además, recuerda, América Latina sigue sin recuperar el retraso en términos de infraestructura y formación de capital humano. “La región ha demostrado ser en gran medida resiliente a los diversos shocks externos posteriores a la pandemia, pero lamentablemente el crecimiento sigue siendo anémico”, coincide Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, citado en un comunicado.

El contexto global, aunque mejor que seis meses atrás, no ayuda, con las consecuencias de las altas tasas de interés, el bajo crecimiento en las economías avanzadas y las perspectivas inciertas para China.

Los gobiernos latinoamericanos también se enfrentan a restricciones fiscales, que “limitan la posibilidad de hacer las inversiones necesarias”, apunta el informe.

Aunque “la relación deuda-PIB se estima en 64%, frente al 67% de hace un año, todavía está por encima del 57% registrado en 2019 y las altas tasas elevaron la carga que representa el servicio de la deuda”.

Pese a todo la entidad financiera ve mejorías: “La pobreza y el empleo han vuelto en general a sus niveles previos” a la pandemia y “la inflación, excluyendo a Argentina y Venezuela, ha caído a un promedio regional del 4.4%”, por debajo de la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Los expertos del Banco Mundial estiman que América Latina tiene que buscar la manera de no quedarse rezagada y aprovechar las ventajas de la economía digital.

Pero sin perder de vista que “la conectividad digital y las tecnologías asociadas no son una solución mágica”, precisó Maloney en rueda de prensa ayer.

LEG