A lo largo de los años Mario Iván Martínez se ha ocupado de ofrecer espectáculos teatrales para todo público; el cine y la televisión no han sido ajenos a su quehacer actoral en donde lo mismo toma como bandera a Cri-Cri, pasando por El Quijote hasta Vincent Van Gogh –sin sacrificar la esencia de cada uno de ellos– o interpretando a personajes de otra nacionalidad permaneciendo así vigente tanto en la escena mexicana como en la extranjera.
“Este sábado presentaremos una versión extraordinaria de Van Gogh, por ser la versión unipersonal que nació durante la pandemia pues la obra original es para tres actores y naturalmente en ese entonces nos dimos a la tarea de reinventar nuestro oficio, redescubrir nuevos paradigmas para sobrevivir y para estar en contacto con la base de seguidores”, dijo en entrevista con 24 HORAS Martínez.
Con todos los proyectos que tiene encima, el actor asegura que tendrá un cierre de año muy nutrido. “En compensación con lo que vivimos durante la pandemia, hay un flujo importante en lo que tiene que ver con contrataciones e interés de diversas instancias; hay una avidez por la cultura más allá de las carencias.
“En mi caso he descubierto un nicho que me cobija, que me encausa, me impulsa, un acervo, una enorme cantidad de familias y de padres en el caso del teatro familiar deseoso de poner en contacto a sus hijos con otro tipo de propuestas. No he descubierto el hilo negro pero sí sé por qué caminos no me quiero ir”, aseguró.
Es por ello que se autoempleó como productor, escritor y actor porque le parece imprescindible compartir su trabajo de décadas en las que ha realizado 23 audiolibros, más de 15 espectáculos distintos, todos autogestionados.
“Y, paradójicamente, entre más autogestión más me llaman porque digamos que el paquete está completo, la musicalización, la producción, los muñecos, el vestuario , incluso ha habido instancias que me buscan para hacerles un trabajo a la medida”, añadió.
Son más de 20 años de trayectoria y a cuando empezó en este quehacer artístico nunca se imaginó llegar a este punto, donde es uno de los actores más reconocidos a nivel nacional, pero que también lo buscan del extranjero para realizar proyectos especiales e incluso ser uno de los pocos histriones en contar con un teatro de repertorio que va de lo familiar hasta de adulto.
“Naturalmente, cuando hay aceptación y seguimiento pues te anima, te en causa y te dice bueno, vamos a seguirle en esta profesión, es un faro de luz. Si no, pues busca otra cosa. Dedícate a otra cosa, porque a fin de cuentas la majestad está en el público”, añade quien es uno de los pocos que mantiene vivo a Cri-Cri.
Uno de sus más grandes ídolos es Vincent Van Gogh de quien toma la filosofía sobre el que la normalidad es un camino pavimentado que sirve perfectamente para caminar, pero nunca crecerán flores en él.
“Afortunadamente he logrado gestionar una industria que alimenta tanto mi alma como mi estómago”, finalizó Mario Iván Martínez, quien se presenta este sábado a las 18:45 horas en el Teatro de la Ciudad con VanGogh, un girasol contra el mundo.
LEG