El INE autorizó el gasto para campañas y precampañas federales, incluido la Presidencia de la República.
Cada candidato (o pre), gastará en las precampañas hasta 85.9 millones de pesos, pero ya en la campaña presidencial, que comienza en marzo, gastarán un máximo de hasta 660.9 millones de pesos.
Para las campañas de diputados federales, en las precampañas los candidatos podrán gastar hasta 329 mil 638 pesos y en la campaña 2.2 millones de pesos.
Para las precampañas y campañas los montos corresponderán “al 20% de los topes establecidos para las campañas inmediatas anteriores’’.
Dos temas:
El primero, si bien el monto de las campañas para la Presidencia parece suficiente, considerando que serán tres meses de actividades (cada día gastarán 7.4 millones de pesos), los montos para las campañas de diputados federales (para los locales así como para presidentes municipales los fijan los organismos electorales estatales), resultan ridículos.
Es decir, cada candidato a diputado federal tendría que gastar, máximo, casi 25 mil pesos diarios en una campaña de noventa días.
Ese dinero se lo gastan en una comida con sus cuates.
El grave riesgo que se corre al fijar esas cantidades -que se establecen conforme una tabla establecida en la ley electoral-, es que los candidatos acepten financiamientos de la delincuencia organizada.
No sería la primera vez.
El segundo es que ni el INE ni los partidos ni ninguna autoridad en México tiene capacidad para fiscalizar que realmente los candidatos de todos los partidos cumplan con esos techos de financiamiento, ni que haya dinero sucio en las campañas.
Aquí los pesos, si pesan.
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¿Cómo era eso de que primero el encargo y luego el cargo?
Eso dijo el presidente López Obrador para justificar que haya bajado a Zoé Robledo de la competencia por la candidatura al Gobierno de Chiapas, pero no aplicó la misma regla para sus cuates.
Por ejemplo, todos esperan que de un momento a otro la secretaria de Energía, la zacatecana Rocío Nahle García, renuncie al cargo para competir -eso es un decir- por la candidatura al Gobierno de Veracruz.
Pero, como la convocatoria de Morena no establece que renuncien al cargo en tanto no sean candidatos, la funcionaria sigue explotando la posición en su beneficio.
Nahle se irá sin que la obra que le encomendaron concluir en 4 años, la Refinería de Dos Bocas esté acabada y mucho menos haya refinado un litro de gasolina a pesar de que ya fue “inaugurada’’.
Eso, además del hecho de que le ha dado vuelo a sondeos de dudoso origen que la ubican en primer lugar de las preferencias electorales.
Así, el encargo le valió dos cosas.
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Los diputados ligados a Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard que han decidido proponer reformas al proyecto de presupuesto para el siguiente año lo han hecho a título personal.
Ni Monreal, que está aguardando órdenes, ni Ebrard, que está peleando una resolución de la Comisión Nacional de Justicia y Honor de Morena, han dado instrucciones para que los legisladores que les son afines se rebelen.
Algo deben saber esos diputados y diputadas pues, al menos con Ebrard, el coordinador de los legisladores de Morena Ignacio Mier, se comprometió a no ejercer represalias ni a perseguir a quienes se la jugaron con el excanciller.
Parece que ya comenzaron a sentir el frío de la derrota y por eso buscan hacerse notar en la discusión del presupuesto, lo cual está bien.
Lo difícil será que mantengan esa posición hasta el final.
A ver.