¿Te ha pasado que cuando decides cenar unos sabrosos tacos al pastor o unas “garnachitas” tienes pesadillas o pasas una mala noche? A continuación te contamos a qué se debe.
De acuerdo con Rafael Santana Miranda, el responsable médico de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, esto se debe a que “las cenas copiosas ricas en proteínas o grasas son el sustrato para diversos neurotransmisores que estimulan alguna de las fases del sueño, como el caso de la de movimientos oculares rápidos, que puede incrementar la actividad onírica, es decir, que soñemos en mayor cantidad”. Dicho en otras palabras, ingerir una gran cantidad de grasas antes de dormir ocasiona que algunas sustancias quimicas que funcionan como mensajeros en nuestro cerebro activen ciertas fases del sueño y de esta manera se genere una gran cantidad de sueños. Sin embargo, aún no existe una razón por la que estos sueños se traten de pesadillas, por lo tanto Santana Miranda expresó que es necesario estudiarlas porque si son recurrentes pueden asociarse a otros síntomas.
Te puede interesar: Ve las recomendaciones de la Profeco para este Buen Fin
Ante dicha situación, se recomienda dejar pasar dos horas como mínimo para dormir después de adquirir proteínas y grasas. En cambio si se consumen en la cena otros alimentos como verduras, frutas o lácteos pueden pasar menos de dos horas para comenzar a descansar.
Te puede interesar: ¿Insomnio? Checa estas recomendaciones para que desaparezca
No obstante, si eres estudiante y estás en periodo de evaluaciones, por lo que sueles desvelarte para terminar con tus obligaciones consumir proteína o grasas en la noche no es negativo, ya que, alimentos de este tipo pueden ayudarte a fortalecer la memoria, así que no te preocupes y cena algún antojo, como chocolate, media hora antes de acostarte.
DRS